La investigación por la muerte del fiscal Alberto Nisman volvió a quedar hoy en entredicho tras la difusión de un vídeo policial que muestra a un perito que, entre otras cosas, limpia con papel higiénico partes del arma que fue hallada bajo su cadáver.

La fiscal de la causa, Viviana Fein, y altos cargos del Gobierno argentino restaron importancia hoy a las imágenes difundidas por el programa Periodismo Para Todos y defendieron la actuación de los peritos que trabajaron en el lugar de la muerte de Nisman, encontrado sin vida en su casa el pasado 18 de enero, tras denunciar a la presidenta, Cristina Fernández, por encubrimiento de supuestos terroristas iraníes.

"La escena del hecho no se contaminó, fue debidamente preservada", aseguró Fein en radio Vorterix.

El jefe de Gabinete argentino, Aníbal Fernández, declaró a la prensa que la difusión del vídeo de la Policía "no cambia absolutamente nada", aunque instó a los argentinos a cuestionarse "por qué eso se hizo público, porque debiera ser de exclusividad del sumario".

La grabación muestra a un perito con guantes que retira parte de la sangre con un dedo para leer la identificación del arma y después limpia esa parte con papel higiénico por orden de Fein.

En otro plano, puede verse el cargador recién extraído, sin sangre, y un poco después, al perito con guantes ensangrentados que toca el cargador y las balas que extrae del mismo.

Fein precisó que la labor realizada por el experto "no es limpiar el arma, es tratar de localizar la numeración del arma y su calibre con un elemento como era en ese momento el papel higiénico".

A su juicio, fue "imperativa" esa manipulación de la pistola Bersa calibre 22 de la que salió la bala que mató a Nisman para poder identificarla.

El vicepresidente del Colegio argentino de peritos médicos legistas, Ernesto Duronto, se mostró en desacuerdo y dijo en radio Mitre que sus colegas hicieron "todo lo que no se debe hacer".

Duronto comparó la limpieza de la pistola a "actuar como un sicario", al argumentar que de esa forma "se borra todo, todo, no solo la sangre sino impresiones que pueda haber debajo de ella".

En declaraciones a Efe, la abogada penalista Marta Nercellas opinó que "se quedaron sin prueba, la hicieron desaparecer" y dijo trabajaron con "muy poca seriedad".

Nercellas fue una de las personas a las que Nisman reveló anticipadamente que pensaba denunciar a la presidenta argentina, Cristina Fernández, por presunto encubrimiento de terroristas, lo que hizo el pasado 14 de enero.

Para ella es "una irregularidad muy fuerte" que fueran funcionarios gubernamentales, como el secretario de Seguridad, Sergio Berni, quienes dirigieron la operación esa noche, ya que, a su juicio, "el Poder Ejecutivo era el principal sospechoso".

Berni sostuvo que su llegada al domicilio de Nisman fue posterior al peritaje en el baño y recalcó que "toda la investigación fue conducida por Fein, en presencia del juez".

La única coincidencia entre las múltiples voces que se sumaron hoy a la polémica fue la veracidad de las imágenes difundidas.

Sobre la supuesta existencia de irregularidades en el lugar de la muerte de Nisman había hablado la testigo ocasional Natalia Fernández, quien declaró haber visto a "unas cincuenta personas" en la casa del fiscal que, dijo, "tocaban todo", "tomaban mate y pidieron medialunas".

Alberto Nisman, fiscal especial en la investigación del atentado contra la mutua judía AMIA en 1994, fue hallado muerto en su casa de un tiro en la cabeza, en circunstancias aún sin aclarar.

Transcurridos más de cuatro meses, la investigación de su muerte sigue estancada y hay fuertes divergencias entre la investigación oficial y la encargada por la exmujer de Nisman y querellante en la causa, la jueza Sandra Arroyo Salgado.

Arroyo Salgado afirma que fue asesinado, pero la fiscal Fein mantiene abierta la puerta a un posible suicidio, al afirmar que no existen pruebas concluyentes para descartarlo.

La Justicia argentina archivó la denuncia de Nisman contra Fernández por "inexistencia del delito".