"Tuvimos la suerte de que en el momento del terremoto estábamos en la fiesta de inauguración de un complejo deportivo y todo el pueblo estaba en la otra orilla del río", explica Juan José Rodríguez, un español que recuerda, ya desde España, cómo una localidad entera salvó la vida tras el seísmo.

Él y su grupo de cooperación llevaban "tres años" trabajando en dicho proyecto en Bhimpedhi, un pequeño pueblo a 54 kilómetros de Katmandú, y justo después de inaugurarlo el temblor de tierra les pilló por sorpresa: "Gracias a la fiesta no murió nadie", subraya.

"Todo fue muy feliz y sobre las 12, cuando ya había terminado el acto, el suelo empezó a temblar", rememora este cooperante que esta semana ha regresado a España junto al resto de españoles localizados en Nepal en los aviones fletados por el Gobierno tras el terremoto.

Relata que nadie allí "sabía lo que estaba ocurriendo" hasta que los niños presentes "comenzaron a llorar y gritar". "Les abrazamos e intentamos calmarles, pero rápidamente nos señalaron el pueblo, que estaba lleno de polvo y donde se estaban hundiendo todas las casas", describe el joven.

"Era como si hubiera habido un bombardeo", apunta Rodríguez, quien también confirma que "todas las casas estaban afectadas, hundidas o en malas condiciones". A partir de ahí y pese a que Rodríguez pensaba estar durante dos días más en la zona, emprendió camino hacia la capital, Katmandú.

"Volvimos como pudimos y cuando llegamos a Katmandú era un caos: la gente corría de un lado para otro, había muchas casas hundidas", lamenta el cooperante, quien también se percató de que allí la cifra de muertos era muy alta. Después de los primeros días Rodríguez relata que los habitantes de Katmandú "intentaban organizarse para que no les volviera a pillar" el terremoto en las jornadas posteriores, en las que se han sucedido las réplicas.

"Lo peor es para ellos, no para nosotros", subraya el superviviente. "Lo teníamos muy crudo", expresa ya subido en el autobús de regreso a casa. Hasta allí no veían el momento reencontrarse con sus familiares, ya de vuelta a casa.