El todavía ministro principal escocés y líder independentista, Alex Salmond, acusó ayer a los partidos británicos de "engañar" a cientos de miles de votantes con las promesas de traspaso de poderes que hicieron a última hora para favorecer el triunfo del "no" en el referéndum del pasado jueves.

"No estoy nada sorprendido de que estén haciendo objeciones y renegando de sus promesas. Solo estoy sorprendido por la velocidad con que lo están haciendo", dijo Salmond, quien dimitirá el próximo noviembre como líder del Partido Nacionalista Escocés (SNP) y jefe de Gobierno.

"Están enfrentados entre sí", denunció Salmond sobre el líder conservador y primer ministro, David Cameron, y el laborista Ed Miliband. "Creo que cocinaron su promesa desesperados y todos los escoceses se han dado cuenta ahora de ello", se quejó.

Compromisos

En respuesta, un portavoz de Cameron reiteró que Londres tiene intención de asumir todos los compromisos de autonomía a la mayor brevedad posible. "Todo lo referente a impuestos, gasto y seguridad social será acordado en noviembre y el borrador legislativo se publicará en enero", aseguró al diario "The Guardian".

Sin embargo, Cameron y Miliband se han enzarzado en una disputa que no tiene que ver directamente con Escocia, sino con la revolución autonómica anunciada ya el viernes por el líder "tory" para "compensar" a Gales, Irlanda del Norte y, sobre todo, Inglaterra por el incremento de los poderes de Edimburgo.

La clave es Inglaterra, que no tiene un órgano legislativo propio, a diferencia de Escocia, Gales y el Ulster. Cameron quiere que los asuntos de Inglaterra sean competencia de diputados de circunscripciones inglesas.

Esto excluiría de las votaciones sobre asuntos ingleses a los escoceses, lo que supondría un duro golpe para los laboristas porque muchos de sus parlamentarios en los Comunes proceden de Escocia: cuarenta frente a uno que tienen los "tories".

Miliband insistió en que la llamada cuestión "West Lothian", referida a un antiguo debate en Reino Unido sobre si los diputados escoceses deberían votar asuntos ingleses -cuando los parlamentarios ingleses no tiene voz en competencias que afectan a Escocia-, necesita ser analizada con mucho detenimiento.

Los planes de Cameron tampoco son bien vistos por el líder de la campaña del "no", Alistair Darling. Pero el líder "tory", que tiene elecciones en 2015, se enfrenta al malestar causado en su propio partido por las promesas hechas a Escocia para evitar la partición del Reino Unido y busca ahora la manera de congraciarse con sus votantes, que en su mayoría son ingleses.