A solo 48 horas de la apertura de los colegios para el referéndum secesionista escocés de mañana, jueves, los tres grandes líderes unionistas británicos hicieron ayer a Escocia una oferta conjunta de mayores poderes y mejor financiación, en unos instantes finales en los que las encuestas auguran que medio millón de indecisos tendrán el resultado en sus manos.

La oferta unionista, que ha provocado una airada reacción de los independentistas, adquirió la forma de una carta abierta publicada ayer por la mañana en el diario "Daily Record" y firmada por el primer ministro, el conservador David Cameron; el viceprimer ministro, el liberal-demócrata Nick Clegg, y el líder laborista, Ed Miliband.

En ella, los tres grandes líderes unionistas anuncian que, si triunfa el no a la independencia, el viernes mismo comenzará un proceso de cesión de nuevos poderes al Parlamento escocés. A la cabeza de toda la oferta figura la competencia para decir la última palabra sobre los fondos destinados en Escocia al Servicio Nacional de Salud, que recaería en exclusiva en el Parlamento de Edimburgo. Este asunto ha constituido uno de los principales caballos de batalla de la campaña, ya que los secesionistas aseguran que la sanidad está al borde de la privatización a causa de los recortes hechos desde Londres.

Reforzar competencias y, simultáneamente, incrementar recursos va en contra de las tesis defendidas por buen número de políticos y analistas, que han venido considerando que si crecen las primeras, se debe poner fin a la discriminación positiva en el gasto que actualmente beneficia a los escoceses.

El ministro principal escocés, el independentista Alex Salmond, calificó la carta abierta como "una desesperada oferta de nada en el último minuto" y aseguró que este ofrecimiento no va a "disuadir a los escoceses de atrapar la gran oportunidad de poner el futuro de Escocia en manos de Escocia".

Para la viceprimera ministra, Nicola Sturgeon, la ocasión escogida para el anuncio hace dudar de su intención real: "Si hubiese una voluntad seria de dar más poderes, ¿por qué no se ha hecho antes?", se preguntó.

Más acerada fue la reacción de la plataforma "Yes Scotland" (Sí Escocia), que no solo criticó el momento elegido para el anuncio que llegó a calificarlo de "insulto a los votantes" y de "desprecio a los escoceses".

Uno de los firmantes de la carta abierta, el laborista Miliband viajó ayer a Escocia para remachar su campaña, 24 horas después de que lo hiciera el primer ministro Cameron para advertir de que el divorcio "sería muy doloroso" y, además, "sin vuelta atrás". Miliband fue abucheado y empujado por partidarios del sí durante una visita no anunciada a un centro comercial.