Los jefes de Estado y de Gobierno de los 28 inician hoy la cumbre en la que tienen previsto nombrar al candidato del PP europeo, el luxemburgués Jean-Claude Juncker, como presidente de la Comisión para los próximos cinco años. El Gobierno español ve "posibilidades" de que el ministro de Economía, Luis de Guindos, sea elegido presidente a tiempo completo del Eurogrupo, aunque la decisión podría retrasarse unas semanas porque el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, no quiere hacer un "paquete" de altos cargos, según han informado fuentes diplomáticas.

El primer ministro británico, David Cameron, ya ha anunciado que pedirá que haya una votación sobre la presidencia de la Comisión para poder escenificar su rechazo a Juncker, a quien considera un hombre del pasado incapaz de las reformas que a su juicio necesita la UE. Pero el voto evidenciará también la soledad de Londres y podría acelerar los planes para un referéndum sobre su salida de la UE.

La cumbre comenzará este jueves por la tarde en la localidad belga de Ypres, escenario de algunas de las más cruentas batallas de la Primera Guerra Mundial, donde los líderes europeos participarán en una ceremonia para conmemorar el centenario del inicio del conflicto. A continuación, discutirán durante una cena en el ayuntamiento de Ypres sobre las prioridades para los próximos cinco años.

El primer ministro italiano, Matteo Renzi, y el presidente francés, François Hollande, tienen previsto pedir durante esta cena que la UE relaje la austeridad y adopte políticas de inversión y crecimiento. Es la condición que los socialistas ponen para apoyar a Juncker tanto en el Consejo Europeo como en la Eurocámara, por lo que Van Rompuy prepara alguna concesión en este sentido.

Su último borrador de prioridades llama a hacer un "pleno uso de la flexibilidad ya prevista" en el Pacto de Estabilidad. Pero las reglas del Pacto, que se reforzaron como respuesta a la crisis de deuda, "no se van a modificar" porque no hay mayoría suficiente para hacerlo, según las fuentes consultadas. De hecho, Alemania, con el apoyo de España, se opone. Ello significa que en la práctica no habrá cambios en la política económica de la UE, ya que Bruselas ya ha sido flexible en los últimos años dando más tiempo a países como España o Francia para corregir el déficit.

Tras discutir el programa, la elección de Juncker se dejará como último punto del orden del día del Consejo Europeo, durante el almuerzo del viernes.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no asistirá a la ceremonia conmemorativa por encontrarse de viaje en Guinea Ecuatorial y sólo llegará a Ypres una vez empezada la cena de líderes europeos. Entretanto, le sustituirá el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo. Rajoy ya ha dejado claro que apoya la candidatura de Juncker porque fue el candidato elegido por los líderes del PP europeo en la cumbre de Dublín de marzo.

Aunque finalmente no haya "paquete", España considera que la elección del luxemburgués "está vinculada" al resto de nombramientos, que sí se discutirán durante el Consejo Europeo. Pero su formalización podría retrasarse como mínimo hasta la segunda quincena de julio, una vez que la Eurocámara haya confirmado a Juncker. Las fuentes consultadas no descartan no obstante que en el último minuto los líderes aprueben el paquete completo de altos cargos.

Para la delegación española, Guindos es el "candidato ideal" para la presidencia a tiempo completo del Eurogrupo. Pero su nombramiento depende en primer lugar de que los líderes decidan crear este cargo, algo que apoya un número cada vez más amplio de países. Sus principales rivales en estos momentos son el presidente actual del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, aunque las últimas informaciones apuntan a que aspira a convertirse en comisario de Asuntos Económicos; y el ex ministro de Finanzas francés Pierre Moscovici.

En el paquete de altos cargos entran también el Alto Representante de la UE para la Política Exterior, donde los favoritos son la ministra italiana, Federica Mogehrini; el holandés, Frans Timmermans; el polaco, Radek Sirkoski o la comisaria de Ayuda Humanitaria, Kristalina Georgieva.

Para sustituir a Van Rompuy en la presidencia del Consejo Europeo, el nombre que más suena es el de la primera ministra danesa, Helle Thorning-Schmidt, favorita de Cameron, aunque otros países creen que el no pertenecer a la zona euro la descalifica.

Con Juncker como presidente de la Comisión, el Gobierno español aspira a una "buena cartera económica" como Mercado Interior, Energía, Comercio o incluso seguir en Competencia. Incluso si finalmente Guindos es el elegido para el Eurogrupo, España no tendría que conformarse con una "cartera de segunda" ya que es el quinto país de la UE y el resto de socios valoran que "ha hecho los deberes" para salir de la crisis y merece "reconocimiento", según las fuentes. El candidato más probable será el ex ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, aunque Rajoy todavía no lo ha confirmado oficialmente.

El nombramiento de Juncker supondrá un importante precedente ya que supone que la Eurocámara gana nuevos poderes no previstos en el Tratado en detrimento de los jefes de Estado y de Gobierno. Según el Tratado, los líderes son los que deben designar por mayoría cualificada al candidato a presidir la Comisión, "teniendo en cuenta" el resultado de las elecciones europeas. Después, la Eurocámara debe ratificarlo por mayoría simple, algo que está previsto que suceda el 16 de julio.

Pero por primera vez en la historia, los principales grupos políticos designaron a sus candidatos para presidir la Comisión, arrebatando así la iniciativa a los jefes de Estado y de Gobierno. Juncker era el candidato del PP europeo, el ganador de las elecciones. Y pese a las dudas iniciales, incluso de la canciller Angela Merkel, que llegó a decir que el proceso no era automático y que podría haber otros candidatos, los líderes europeos se han acabado viendo obligados a aceptarlo.

También es la primera vez que el presidente de la Comisión no será elegido por unanimidad. "Si hay un país que pide una votación, habrá votación", aseguran desde la oficina de Van Rompuy. Aunque Suecia, Países Bajos y Hungría también han expresado sus dudas, lo más probable es que sólo el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, vote 'no' a Juncker junto con Cameron.

Como compensación a Reino Unido, Van Rompuy incluirá entre las prioridades para los próximos años la reforma de la UE, la reducción de la burocracia y el refuerzo del principio de subsidiariedad, aunque sin compromisos concretos de repatriación de competencias. También se especula con la posibilidad de que Juncker ofrezca a Reino Unido una "supercomisaría" de Asuntos Económicos que coordine todas las carteras relacionadas.