Los investigadores ucranianos consideran que un atentado terrorista es la causa más probable de la explosión que ayer se produjo en un gasoducto de la región de Poltava (centro de Ucrania) que transporta gas natural desde Rusia a la UE, según dijo el ministro de Interior, Arsen Avakov.

"El grupo operativo investiga las causas de la explosión. Existen varias versiones de los hechos, entre ellas la principal apunta a un atentado terrorista", según manifestó Avakov. La explosión se produjo un día después de que Rusia cerrara el grifo de gas para Ucrania al no alcanzar un acuerdo sobre los precios y en cumplimiento de las amenazas por el impago de la deuda ucraniana.

No obstante, la exportación a la UE ha continuado a través de los gasoductos ucranianos, aunque las autoridades de Kiev consideran que con la explosión se pretenden disminuir la confianza de la UE en Ucrania como socio gasístico y reforzar la importancia del gasoducto que por el Norte une Rusia con Alemania.

Entre tanto, el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, nombró a la diputada Irina Gueraschenko como representante para el arreglo pacífico del conflicto en las provincias secesionistas orientales de Donetsk y Lugansk, donde los gubernamentales combaten a la insurgencia prorrusa.

A decir verdad, las autoridades no terminan de ponerse de acuerdo sobre el mejor modo de pacificar la cuenca del Donbass y se debaten entre la ley marcial y un alto el fuego temporal para negociar con los insurgentes.

Ocho votos faltaron ayer en una votación en la Rada Suprema (Parlamento) para sacar adelante una petición del Legislativo a Poroshenko para declarar la ley marcial y poner fin por medios militares a la rebelión. La declaración de la ley marcial volverá a ser sometida hoy a votación tras ser enmendada.

Poroshenko, sin embargo, prefiere evitar medidas drásticas que puedan acarrear más víctimas entre la población civil y apuesta por el alto de fuego temporal y el plan de paz que ya presentó a Rusia y a Occidente.