Quienes sostienen que "tocar" poder modera, al menos en las formas, hallarán una prueba de primera magnitud en la reacción del ultraderechista Frente Nacional (FN) francés a la última salida de tono de su fundador, el octogenario Jean-Marie Le Pen, envuelto en una polémica por unas recientes declaraciones antisemitas.

El FN ha decidido eliminar de su web el vídeoblog en el que hasta ahora se expresaba su presidente honorario vitalicio y en el que, la pasada semana, propuso hacer "una hornada" con el cantante judío Patrick Bruel. La decisión se ha tomado, según fuentes del FN, por "motivos jurídicos", para evitar que las denuncias presentadas a raíz de estas declaraciones afecten a la hija de Le Pen, Marine, actual presidenta del FN, que ha llevado a la formación a ser la más votada en las últimas elecciones europeas. "Estoy muy dolido", se quejó ayer el fundador, quien dijo no haber hablado aún con su hija.