Diecinueve jefes de Estado y de Gobierno participan hoy en el 70 aniversario del desembarco aliado, que se celebra con el telón de fondo de la crisis ucraniana y cuenta con dos de sus principales protagonistas, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el mandatario electo de Ucrania, Petró Poroshenko.

La foto de familia les unirá al presidente del país anfitrión, François Hollande, y a otros como la canciller alemana, Angela Merkel, el presidente estadounidense, Barack Obama, o la reina Isabel II de Inglaterra.

Hollande inaugura la jornada a las 09.00 hora local (07.00 GMT) con una ceremonia nacional en Caen, en homenaje a las cerca de 20.000 víctimas civiles francesas que se cobró la batalla para finales de julio de 1944.

Le sigue, a las 10.40 horas (08.40 GMT), un acto junto a la principal nación libertadora, Estados Unidos, en el cementerio más emblemático del sacrificio aliado, el de Colleville-sur-Mer, donde reposan los cuerpos de 9.386 soldados sobre la playa de Omaha, llamada "la sangrienta" por lo mortífero que fue el asalto.

Destacable en la agenda aparece también la ceremonia bilateral junto al Reino Unido en Bayeux, que estará representada por el primer ministro francés, Manuel Valls, y contará con la presencia de la soberana británica, en viaje de Estado a Francia desde este jueves y hasta mañana.

La gran ceremonia internacional no está programada hasta las 14.15 horas (12.15 GMT) en Ouistreham, a la que los jefes de todas las delegaciones, veteranos de guerra y militares en activo acudirán tras la comida celebrada en el castillo de Bénouville.

Cierran el día, rodeado de extremas medidas de seguridad, dos actos bilaterales de Francia con Polonia y Canadá, que tendrán lugar, respectivamente, en Urville-Langannerie, con la presencia de Hollande, y en Courseulles-sur-Mer, con la de Valls.

La costa normanda se vuelca así en el recuerdo de una operación que marcó el principio del fin de la II Guerra Mundial y que en la noche del 6 de junio de hace 70 años contabilizó más de 3.000 muertos aliados y otros 3.000 entre la población local.

Para finales de julio de 1944, según recuerda el Elíseo, sede de la presidencia gala, hubo 54.000 muertos alemanes, 24.000 estadounidenses, 20.000 anglo-canadienses y 20.000 franceses, para un total de 600.000 víctimas, entre fallecidos, heridos y desaparecidos.