La Fiscalía federal de Bélgica afirmó hoy que el sospechosos del ataque contra el Museo Judío de Bruselas detenido el viernes en Francia llevaba consigo un vídeo con la reivindicación de la autoría del tiroteo que mató a tres personas.

"Según las autoridades francesas, este hombre estaba en posesión de una grabación en la que una persona graba las armas y la ropa (que llevaba el autor del ataque) y segura haber cometido en Bruselas el ataque contra los judíos", señaló en rueda de prensa el fiscal general, Frédéric Van Leeuw.

El presunto autor del ataque cometido el pasado 24 de mayo no habría podido grabar sus actos porque en ese preciso instante no funcionaba la cámara y por eso filmó las armas y la ropa, indicó Van Leeuw, quien advirtió de que "no es seguro" que la voz corresponda al detenido, identificado como Mehdi Nemmouche, originario de Roubaix, en el norte de Francia, y nacido en 1985.

Éste fue arrestado en la estación Saint-Charles de Marsella (sureste de Francia) a bordo de un autobús procedente de Amsterdam vía Bruselas, donde inició el viaje el pasado día 29, según el fiscal.

Se desconoce si Francia era su destino final o se dirigía a otro lugar tras el atentado "antisemita", dijo Van Leeuw.

El fiscal indicó que las investigaciones apuntan a que "podría haber tenido contactos en Bélgica" y en este contexto se registró hoy una vivienda en la región belga de Courtrai, donde el sospechoso podría haber permanecido" durante su estancia en el país.

En el momento de su detención, el hombre llevaba encima una pequeña cámara de tipo GoPro que podría corresponder a la que portaba el autor del atentado, según las cámaras de vigilancia del museo, un fusil kaláshnikov, una cámara de fotos, una "cantidad impresionante de munición de gran calibre", una bolsa con ropa y zapatos, así como un revólver.

El kaláshnikov estaba "envuelto en una bandera" con la inscripción Estado Islámico en Iraq y Levante (ISIS), un grupo combatiente presente en Siria, explicó Van Leeuw, quien sostuvo que el sospechoso "probablemente se radicalizó en el último año".

Se cree que se unió a grupos de la Yihad en Siria durante 2013, pero no era conocido por la Policía belga o los servicios de seguridad del país, que ha mantenido la alerta de amenazas en el mismo nivel que la semana pasada, indicó el fiscal, quien señaló que el juez del caso ha pedido la extradición del sospechoso.

En Francia sí estaba fichado porque en 2008 y 2009 había sido condenado en dos ocasiones por robo.

Personal de la unidad de lucha antiterrorista de la Policía federal de Bruselas están en París para apoyar esa investigación, después de que Francia haya abierto también pesquisas por la víctima de esa nacionalidad.

Las autoridades de ambos países analizarán ahora las armas y las demás pruebas, pero el fiscal belga apuntó a la posibilidad de procesar al detenido por terrorismo y no solo por asesinato y tentativa de asesinato.

"Hay que esperar todavía para determinar cómo vamos a proceder", señaló.

El ataque de 24 de mayo costó la vida a una pareja israelí de visita en Bruselas y a una mujer francesa, mientras que el encargado de la recepción, un joven belga de 25 años, se encuentra todavía entre la vida y la muerte, confirmó el fiscal.