Al menos 17 personas murieron ayer por la explosión de varios artefactos durante las elecciones legislativas celebradas en Irak, las terceras desde la caída del régimen de Sadam Husein, en 2003. Los atentados fueron perpetrados cerca de centros de votación, en algunos de los cuales también se registraron ataques con proyectiles. El ataque más cruento fue el lanzado por un suicida que se inmoló con su cinturón explosivo en Biyi, acción en la que murieron 9 personas.