El presidente de Estonia, Toomas Hendrik Ilves, recibió ayer con todos los honores a 150 paracaidistas estadounidenses en la base aérea de Amari, en medio de las tensiones con Rusia por la crisis en Ucrania. Los paracaidistas forman parte del grupo de 600 hombres que EE UU está desplegando en Polonia, Estonia, Letonia y Lituania como señal de apoyo a sus aliados más preocupados por los movimientos militares rusos.

Los militares permanecerán en el país báltico al menos hasta finales de este año. Además, Reino Unido desplegó ayer cuatro aviones de combate "Typhoon" en Lituania para una misión de vigilancia policial báltica.