El primer ministro francés, Manuel Valls, afirmó ayer que suavizará su plan de recortes -de 50.000 millones de euros entre 2015 y 2017- con medidas en favor de las pensiones más bajas, al tiempo que se comprometió a poner fecha final a la congelación salarial de los funcionarios. Valls se pliega a las exigencias del ala moderada del PS para votar a favor de los recortes el próximo martes en la Asamblea.