Moscú se dirigió ayer a quienes dan por segura la reunión negociadora prevista para mañana, jueves, en Ginebra y advirtió de que, aunque aún hay tiempo para acordar la cita a cuatro bandas (Rusia, Ucrania, EE UU y la UE), todavía no es segura su celebración. El ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, aprovechó para señalar a Ucrania que el uso de la fuerza contra los insurrectos "minará" las posibilidades de la negociación, mientras que Kiev acusó al Kremlin de querer que fracase la reunión.