Al menos 71 personas murieron ayer y 124 resultaron heridas en un ataque con bomba que causó varias explosiones en una de las principales estaciones de autobuses de Abuya, la capital de Nigeria, donde se desató el pánico entre los numerosos pasajeros que abarrotaban el lugar a hora punta.

Tras visitar la estación atacada, el presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, vinculó el atentado con la secta radical islámica Boko Haram, a la que se refirió como un "un revés temporal" que la nación debe superar. El presidente, quien ordenó que se aumente la seguridad en la capital, también trasladó sus "sentidas condolencias" a las familias de las víctimas de este trágico suceso. El atentado ocurrió cuando la estación estaba repleta de ciudadanos que se disponían a ir a sus puestos de trabajo. Aunque en un primer momento algunos medios informaron de que los fallecidos podrían llegar a 200, el portavoz de la Policía, Frank Mba, confirmó que fueron al menos 71.