La líder opositora venezolana María Corina Machado hizo ayer un llamamiento a seguir con las manifestaciones contra el Gobierno venezolano, al que acusó de "ofrecer paz hacia fuera y reprimir brutalmente dentro", tras la primera sesión de diálogo entre el Ejecutivo y la oposición, representada por la Mesa de Unidad Democrática (MUD), celebrada el jueves por la noche (madrugada de ayer en España). El saldo oficial de las protestas iniciadas el 12 de febrero es de 41 muertos. Machado hizo este llamamiento después de la reunión de seis horas entre once miembros de la MUD y otros tantos del Gobierno, con la mediación del nuncio apostólico en Caracas, Aldo Giordano.

Maduro exigió a los opositores, como punto de partida, una condena "conjunta" de la violencia y propuso buscar "un modelo de coexistencia para que la democracia pueda fortalecerse y sea el espacio donde vivan todos" los venezolanos.

La MUD, por su parte, subrayó que el diálogo debe enmarcarse en la Constitución y reclamó "la libertad de los presos políticos, de los estudiantes, de los manifestantes y de los venezolanos cuya libertad esta restringida en razón de luchas cívicas y sociales". El líder de la MUD y excandidato presidencial, Henrique Capriles, aclaró que no persigue "un golpe de Estado", pero advirtió a Maduro de que "o esto cambia o revienta".

Por parte de los cancilleres latinoamericanos que han impulsado el diálogo, el ministro de Exteriores de Ecuador, Ricardo Patiño, consideró que tras el encuentro "la paz se ve venir" en Venezuela. "Suramérica está de fiesta", escribió en su cuenta oficial de Twitter.

Además, confirmó que la siguiente reunión será el próximo martes. Maduro anunció que, a partir de ahora, el Ejecutivo estará representado por una Comisión de Enlace, de la que formarán parte el vicepresidente, Jorge Arreaza; el ministro de Exteriores, Elías Jaua; y el alcalde del Distrito Capital, Jorge Rodríguez.