El canciller ruso, Serguei Lavrov, aseguró ayer que el Kremlin está abierto a dialogar con Ucrania, la UE y Estados Unidos sobre la crisis ucraniana, pero siempre que se cumplan algunas condiciones: Rusia insiste en que Ucrania apruebe una nueva Constitución que convierta el país en una federación, solución que Kiev rechaza de plano.

Con todo, la Cancillería ucraniana respondió que, para empezar las conversaciones, Rusia debe aliviar la tensión que causan sus partidarios en el sureste ucraniano y dejar de interferir. "La solución pasa por el cese (...) del sabotaje de Rusia contra nuestro Estado, la renuncia a sus planes de invasión, que son una amenaza directa para todos los estados vecinos y la comunidad internacional, y la retirada de las tropas rusas de las fronteras ucranianas y de la República Autónoma de Crimea", subrayó el Gobierno de Kiev, informa "Efe".

El secretario de Estado de EE UU, John Kerry, anunció una reunión con Lavrov la semana próxima en Europa, un encuentro al que acudirán Ucrania y otros aliados de Washington. Kerry dijo que en esa reunión espera discutir una salida diplomática a la crisis y una reforma constitucional en Ucrania, pero no dio la fecha.