Ucrania rechazó este lunes el plan del Kremlin que propone convertirla en una federación, al tiempo que se reducía la tensión en la frontera con la retirada de un batallón motorizado ruso cuya movilización había hecho temer a los ucranianos una invasión.

"A día de hoy, en Ucrania no hay motivos para convertirse en una federación. Ucrania es un Estado unitario", afirmó el presidente ucraniano interino, Alexandr Turchínov, a la prensa local.

Turchínov destacó que el Gobierno ucraniano ya ha puesto en marcha una política de cesión de competencias, eminentemente económicas, para potenciar la autonomía administrativa de las regiones y apaciguar los ánimos en el este, de mayoría rusohablante.

"Las regiones deben ser fuertes. Deben decidir de manera autónoma sus planes de futuro, como ocurre en muchos países civilizados de Europa. Esa es la senda que tomaremos", destacó.

En todo caso, subrayó que es el pueblo ucraniano el que decidirá los principios de la nueva Constitución y su modelo de Estado.

"Los señores (Serguéi) Lavrov, (Vladímir) Putin y (Dmitri) Medvédev pueden plantear cualquier propuesta para la Federación Rusa. Los dirigentes rusos deben dedicarse a los problemas de la Federación Rusa y no a los problemas de Ucrania", aseveró.

El ministro de Exteriores ruso, Lavrov, hizo público el sábado un plan para convertir a Ucrania, a través de una reforma constitucional, en una federación que reconcilie los intereses del este rusoparlante y el oeste europeísta.

Rusia, que este mes se anexionó la región de Crimea, da por hecho que, de lo contrario, Ucrania perderá también las regiones orientales, las más ricas del país y donde los ánimos separatistas se han propagado como la pólvora desde la caída del presidente Víktor Yanukóvich en febrero pasado.

Según esa hoja de ruta, cada región dispondría de amplias competencias en el ámbito económico, financiero, cultural, lingüístico, educativo y de relaciones económicas y culturales con los países vecinos.

Además, Lavrov mencionó que la nueva Carta Magna ucraniana debe corroborar el estatus de Ucrania como país que se mantiene al margen de bloques militares como la OTAN.

Turchínov replicó este lunes que el Gobierno y el Parlamento debaten en estos momentos la modificación de ese estatus.

"Este es un asunto muy actual. En estos momentos, mantenemos negociaciones para crear las condiciones con el fin de que a ningún país se lo ocurra lanzar una agresión contra nuestro Estado", dijo.

Para ello, Ucrania debe contar con unas Fuerzas Armadas y una Guardia Nacional, ésta última de nueva creación, "potentes, móviles y capaces de repeler una agresión", dijo.

Además, subrayó que Kiev no renuncia a recuperar Crimea, territorio que el primer ministro ruso, Medvédev, visitó hoy por vez primera desde la anexión.

"Estamos abiertos al diálogo, pero la liberación de Crimea será el primer tema a tratar en cualquier negociación. Todos los demás asuntos son secundarios", subrayó.

La emisora de radio Eco de Moscú desveló este lunes que el plan estadounidense de arreglo de la crisis ucraniana no menciona que Rusia deba devolver Crimea a Ucrania, aunque el secretario de Estado, John Kerry, volvió a tachar el domingo de ilegal e ilegítima la anexión de la península.

El plan norteamericano que Kerry entregó a Lavrov el domingo en París contempla el regreso de las tropas rusas a los cuarteles -se sobreentiende que también de Crimea- en los se encontraban emplazados antes del 1 de marzo.

Además, se plantea un diálogo directo entre Rusia y Ucrania, si es necesario con mediadores internacionales, y una inspección internacional por parte de la OSCE en todo el territorio ucraniano, incluida Crimea, dos puntos que Moscú ya ha rechazado.

Y, por último, demanda el reconocimiento de los resultados de las elecciones presidenciales anticipadas convocadas para el próximo 25 de mayo en Ucrania, cuando Lavrov propuso su aplazamiento para consumar antes la reforma constitucional.

Mientras, la tensión bajó en la frontera después de que Rusia anunciara este lunes la retirada de su XV Batallón Motorizado de la región de Rostov, limítrofe con Ucrania, después de que el presidente de EEUU, Barack Obama, pidiera el repliegue de las tropas rusas.

Según los servicios secretos de EEUU, en las regiones rusas de Rostov del Don, Kursk y Bélgorod, fronterizas con Ucrania, Rusia había movilizado la pasada semana más de 30.000 soldados, además de blindados y aviación.