Un yerno de Osama bin Laden fue declarado hoy culpable de terrorismo en un tribunal federal de Manhattan, en Nueva York, y podría ser condenado a cadena perpetua en el juicio de mayor entidad en EEUU contra un responsable de Al Qaeda desde los atentados del 11 de septiembre de 2001.

El jurado consideró por unanimidad que Sulaiman abu Ghaith, un imán kuwaití de 48 años, es culpable de tres cargos de terrorismo, lo que puso fin a un juicio que se ha desarrollado durante tres semanas en los tribunales federales de la ciudad de Nueva York.

Abu Ghaith, vestido con traje negro y una camisa blanca, se mantuvo impasible y no hizo comentarios tras escuchar el veredicto con un sistema de interpretación en árabe.

El veredicto de culpabilidad unánime llegó tras solo un día de deliberaciones entre los doce miembros del jurado, que encontraron culpable de los cargos de confabulación para asesinar estadounidenses, que le puede suponer cadena perpetua, apoyo a grupo terrorista, y confabulación para dar apoyo material a terroristas.

El juez federal Lewis Kaplan dictará sentencia el próximo 8 de septiembre, según indicaron a Efe fuentes de la Fiscalía Federal del Distrito Sur de Nueva York.

Abu Ghaith, casado con Fatima, una de las hijas de Bin Laden, ha sido el dirigente de Al Qaeda de más rango juzgado en suelo estadounidense desde los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.

Fue detenido en marzo del año pasado y enviado a Estados Unidos tras haber viajado desde Turquía a Jordania en un intento de reunirse con su familia.

Su extradición a Estados Unidos para ser juzgado en un tribunal civil, en lugar de ser trasladado al centro de detención de la base naval estadounidense de Guantánamo, en la isla de Cuba, para un juicio militar, fue interpretado como un cambio de política de la Administración de Barack Obama.

A diferencia de los tribunales civiles, donde el caso se ha resuelto en poco más de un año, los juicios militares en Guantánamo se desarrollan con enorme lentitud.

"Un jurado ha determinado por unanimidad que Suleiman Abu Ghaith no sólo se confabuló para ofrecer apoyo material a Al Qaeda, un apoyo que finalmente dio, sino que también se confabuló para asesinar a estadounidenses", destaca en un comunicado el fiscal federal, Preet Bharara. Abu Ghaith "fue más que el ministro de propaganda de Bin Laden", añade el fiscal.

El juicio, que comenzó la primera semana de marzo, tuvo su momento culminante la pasada semana, cuando el propio Abu Ghaith subió al estrado de los testigos para prestar declaración, algo que tomó a todo el mundo por sorpresa, al ser muy poco habitual en juicios por terrorismo en Estados Unidos.

En esa declaración, el miércoles de la pasada semana, Abu Ghaith, reconoció que fue convocado en la noche del 11 de septiembre a una cueva en las montañas de Afganistán, donde su suegro le preguntó su opinión sobre los atentados.

El acusado dijo que su respuesta fue que, si Estados Unidos demostraba que los atentados eran obra de Al Qaeda, "no pararían" hasta lograr dos cosas: "matar a Ben Laden y derrocar el régimen talibán" en Afganistán.

Abu Ghaith admitió que en las semanas siguientes participó en la grabación de varios vídeos, tanto con Bin Laden como con su "número dos", el egipcio Ayman al-Zawahiri, considerado el actual líder de Al Qaeda.

En uno de esos vídeos, advirtió de que una "tormenta de aviones" caería sobre suelo estadounidense, pero en su testimonio aseguró que esa participación en las grabaciones se limitó a decir las palabras que le indicaba su suegro.

A preguntas de su abogado, Stanley Cohen, y por medio de un intérprete en árabe, Abu Ghaith aseguró que no estaba al corriente de los planes de Al Qaeda de cometer atentados terrorista y negó haber participado en la preparación de ataques contra Estados Unidos.

Admás, Abu Ghaith aseguró que nunca se convirtió en un miembro de Al Qaeda, aunque sí reconoció que, como imán, pronunciaba sermones de carácter religioso ante los combatientes islámicos que se formaban en campos de entrenamiento en Afganistán.

Sin embargo, las imágenes de los vídeos que proyectó la acusación, en la que se veía claramente al acusado junto a los dos principales líderes de Al Qaeda lanzando diatribas contra Estados Unidos, acabó pesando más que su testimonio.

El fiscal Bharara señaló que, sólo horas después de los atentados del 11S, Abu Ghaith "estaba usando su posición en la jerarquía homicida de Al Qaeda para persuadir a otros" para que se unieran "a la causa de asesinar más estadounidenses".