La oposición ucraniana está inmersa desde el lunes en una acerada ofensiva contra el presidente Yanukovich, que ayer en la Rada Suprema (Parlamento) se plasmó en un intento de limitar sus funciones a través de una reforma constitucional. La intentona, y la prolongación de una crisis a la que no se le ve salida, están abriendo brechas en las filas del gubernamental Partido de las Regiones, hasta el punto de que, en las últimas 24 horas, se han lanzado mensajes contradictorios sobre la posibilidad de que Yanukovich acepte un adelanto de las elecciones legislativas, previstas para 2017.

En el inicio de la madrugada de ayer, el representante de Yanukovich en la Rada, Yuir Miroshnichenko, anunció a un canal de televisión que el presidente estaba dispuesto a celebrar elecciones anticipadas "si no se puede encontrar una solución pacífica a la crisis". "Vosotros (los parlamentarios) tendréis que hacer frente a elecciones anticipadas y yo tendré que hacer frente a elecciones anticipadas", habría subrayado el mandatario el pasado fin de semana, siempre según su portavoz parlamentario, quien precisó que el Presidente descartó en cualquier caso recurrir al estado de excepción.

Sin embargo, horas después, el propio Miroshnichenko tuvo que dar marcha atrás, sin duda desautorizado por el entorno inmediato del Presidente. "Esta cuestión (el adelanto electoral) no está de actualidad. Hemos aprobado la ley (de amnistía) y hemos dejado atrás (la cuestión de las elecciones)", dijo el diputado a la agencia rusa Interfax Ukraini. Miroshnichenko precisó que la convocatoria de los comicios se barajó "cuando estábamos preparando los proyectos de ley (de amnistía)", a principios de la pasada semana.

El anuncio y el desmentido, que dieron varias veces la vuelta al mundo en pocas horas, condicionaron el clima político en el que se celebró la sesión parlamentaria de ayer, que continuaba al cierre de esta edición.

"Frenemos la dictadura. Retornemos a la Constitución que convierte a los diputados en sujetos de adopción de decisiones y no en meros aprietabotones", instó el opositor Vitali Klitschko en la Rada. Las tres formaciones opositoras con representación parlamentaria plantearon el retorno a la Constitución promulgada durante la Revolución Naranja de 2004, en la que Yanukovich tuvo que renunciar a la presidencia.

Esa Carta Magna, que distribuía el poder ejecutivo entre el presidente, el Gobierno y el Parlamento, fue enmendada en 2010 para convertir a Ucrania en república presidencialista. "Debemos hacer la reforma constitucional. Si no, la sociedad puede estallar", dijo Klitschko, exboxeador, líder del partido UDAR (Golpe) y considerado el opositor con mayor gancho electoral.

Además, Klitschko se mostró totalmente en contra de la federalización del país, argumentando que eso daría la puntilla a la independencia de Ucrania, país que en la práctica está dividido en dos entre el este (rusoparlante) y el oeste (de habla ucraniana) y más europeísta.

Mientras, en una muestra de que en el seno del oficialismo hay ya una brecha, el diputado Nikolai Rudkovski abogó anoche por aprobar esta misma semana una nueva ley de referéndum para convocar un plebiscito para reformar el sistema político y electoral.