El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha negado este martes las informaciones publicadas sobre que el presidente ruso, Vladimir Putin, entregase un USB y un cable que contenían un 'troyano' para captar datos a los asistentes a la cumbre del G-20 y ha asegurado que son un intento "sin fundamento" de distraer la atención de las acusaciones de espionaje que pesan sobre el Gobierno estadounidense.

"No conocemos las fuentes de la información. Sin embargo no es nada más que un intento de trasladar el foco de atención público de cuestiones que realmente existen entre las capitales europeas y Washington a asuntos sin fundamento e inexistentes", ha criticado Peskov, según ha informado la agencia oficial de noticias rusa RIA Novosti.

Según han informado varios medios italianos, Putin entregó a los mandatarios asistentes a la cumbre del G-20 de San Peterburgo de septiembre una memoria y un cable USB de carga para los teléfonos móviles que contenían un 'troyano' para captar datos.

Así, pocos días después de la cita del pasado 5 de septiembre, el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, decidió entregar sus regalos a los servicios de seguridad, que a su vez consultaron a los servicios de Inteligencia alemanes. Un primer análisis técnico desveló que contenían dos 'troyanos' capaces de captar los datos de los ordenadores y de los móviles a los que se conectaran.

Sin embargo los medios de comunicación no han descartado que la acusación se puede tratar de una "trampa" que tiene como objetivo "avergonzar" al Gobierno ruso.

La noticia se ha dado a conocer en medio de la polémica por el espionaje que habría llevado a cabo la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense a algunos mandatarios, entre ellos la canciller alemana, Angela Merkel, y en algunos países, entre ellos España, en los que se espiaron millones de llamadas telefónicas.