Casi 11.000 niños han muerto en los 30 meses de guerra civil en Siria, según la Red Siria de Derechos Humanos, que cifra en 101.513 el número total de víctimas de este conflicto, una estimación similar a la de Naciones Unidas.

El fundador y director de esa red, Fadel Abdul Ghani, fue hoy uno de los oradores principales de un evento organizado en Ginebra al margen de la sesión del Consejo de Derechos Humanos, durante el cual ofreció detalles sobre el coste humano de la guerra.

Según las informaciones documentadas de las que dispone la red, del número total de muertos, el 88 por ciento son civiles, el 12 por ciento niños y el 11 por ciento mujeres.

La cifra de mujeres y menores asesinados indica, según el activista, que los civiles han sido blanco de ataques deliberados y sistemáticos.

La entidad es considerada como una de las fuentes más fiables sobre las víctimas del conflicto y en cada caso tiene su identidad, la fecha, lugar y circunstancias de su muerte, y una fotografía.

De todas las víctimas, el 90 por ciento corresponde a las fuerzas gubernamentales y el resto "a otros grupos armados", pero que -puntualizó Ghani- no tienen que ver con la oposición siria levantada en armas, sino con grupos compuestos por combatientes extranjeros.

Además, aseguró que hay 9.000 menores de edad en centros de detención, 6.500 mujeres, y en total 18.000 personas que fueron arrestadas y que "han desaparecido completamente".

Ghani denunció las torturas generalizadas contra detenidos en el contexto del conflicto y dijo que la red de defensa de los derechos humanos que representa "recibe cada día entre 4 y 5 denuncias de personas muertas por torturas".

En el mismo evento, celebrado en la sede de la ONU en Ginebra, la vicepresidenta de la Colisión Nacional Siria (CNS), Suhair Atasi, criticó a la ONU por permitir que régimen sirio tenga un cariz de legitimidad al permitirle conservar su lugar en la organización.

Describió la situación de la población como extremadamente precaria, particularmente en las áreas sitiadas por el ejército, una estrategia que utiliza como forma de "castigo colectivo", dijo la líder de la oposición.

En esas zonas, agregó, se bloquea el acceso al agua, alimentos y sus habitantes "huyen por miles", en muchos casos a campamentos de desplazados internos "que carecen de todo, de tiendas de campaña, de agua y medicamentos".

Atasi, quien también es responsable de la Unidad de Asistencia de la CNS, sostuvo que zonas enteras de Siria han sufrido "la destrucción total de sus infraestructuras" y que, por tanto, las necesidades están muy por encima de lo que puede proveer su entidad.

Por su parte, el director del Centro Sirio de Estudios Políticos y Estratégicos, Radwan Ziadeh, ubicado en Washington, aseguró que desde el inicio del conflicto no se ha abierto "ni una sola investigación contra algún miembro de las fuerzas armadas".

"No hay ningún oficial investigado por haber ordenado abrir fuego contra civiles, lo que demuestra que la investigación de los crímenes contra la humanidad perpetrados están más allá de la capacidad de las cortes nacionales", dijo el académico.