La empresaria española Ángela Messeguer, que cuenta con una tienda de su cadena en el centro comercial Westgate, en Nairobi, ocupado por los radicales islámicos de Al Shabab desde el sábado, dijo que desconoce los daños en su negocio, pero que sus preocupaciones van por otros derroteros.

"No sé si queda tienda, pero estando todos vivos...", asegura Messeguer -conocida por todos como Angie- en una entrevista telefónica con Efe.

Aunque Angie frecuenta ese centro comercial con sus hijos los sábados por la mañana, no se encontraba en Westgate cuando se inicio del ataque, pero sí tres de sus cuatro empleados, que fueron evacuados sanos y salvos el mismo sábado.

Cuando tuvo noticias del tiroteo inicial, llamó a sus dependientas para conocer la situación, "pero no contestaban al teléfono", rememora.

"Una de mis chicas me llamó por fin, me dijo que había tiroteos, y que la inercia les llevó a salir de la tienda, aunque yo creo que lo mejor habría sido que se hubieran escondido en la trastienda", comenta la barcelonesa, dueña de la boutique de moda "Kaché".

"Los disparos -continúa Angie- se oían tan fuertes por el teléfono que parecía que estabas ahí. El pánico fue espantoso".

La empresaria de 48 años, que tiene cinco tiendas de "Kaché" en cinco centros comerciales distintos de la capital keniana, informaba por teléfono a sus dos dependientas de los avances de las Fuerzas de Seguridad.

"Al cabo de tres horas, me llamó el chico del almacén y me dijo: 'Ha sido espantoso'. Había subido al aparcamiento de arriba y vio a gente encapuchada disparando a todo el mundo", afirma Angie.

En ese aparcamiento se suelen organizar actividades durante los fines de semana, y en esta ocasión era el turno de una competición de cocina para niños.

"El chico del almacén estaba en estado de shock: había visto cadáveres de niños y mujeres", cuenta la catalana.

No obstante, todos sus empleados lograron salir ilesos de Westgate: "Solo cuando estaban fuera y las metieron en una ambulancia, (las dependientas) entendieron que estaban a salvo", agrega.

Entre los al menos 62 muertos que ha dejado el ataque de Al Shabab hasta el momento, se encuentra Ruhila Adatia, una periodista del diario local The Star: "Era clienta y quien cubría mis desfiles de moda", cuenta una apesadumbrada Angie.

"Compañeros de colegio de mis hijos están heridos, sus padres han sido de los últimos que liberaron...", enumera la empresaria, residente desde hace 16 años en Nairobi.

Se libró del drama la gerente de la tienda quien, en el momento del ataque se dirigía al trabajo: "Se encontró con el cordón de seguridad y no pudo pasar", apunta Angie.