Rusia reclamó ayer "cordura" a los líderes que empiezan a hablar de la necesidad de una intervención militar en Siria e instó a no repetir los "trágicos errores" del pasado, en alusión a la invasión de Irak en 2003. El portavoz del Ministerio ruso de Exteriores, Alexandr Lukashevich, recordó que entonces EE UU se valió de información falsa -que Irak poseía armas de destrucción masiva- para atacar sin la autorización de la ONU. Las exigencias de países como Francia y Reino Unido, dijo Lukashevich, hacen "caso omiso de los numerosos hechos que apuntan" a que el ataque químico del pasado miércoles "fue una provocación de la oposición intransigente".