Israel devolverá todos los cadáveres de milicianos y suicidas palestinos que tiene en su poder desde hace años, en el marco de las reiniciadas negociaciones de paz, informa hoy la edición electrónica del diario Yediot Aharonot, tras haber obtenido confirmación judicial.

La decisión de devolver los cadáveres forma parte de los gestos de buena voluntad de Israel a los palestinos por volver a la mesa de las negociaciones, y también se debe a que el mantenimiento de sus tumbas y datos se ha convertido en un dolor de cabeza para el Ministerio de Defensa, que se encarga del asunto.

La fuente no revela el número de estos cadáveres que tiene Israel, pero señala que el Gobierno israelí confirmó que "trabaja en su devolución" al ser preguntado por el Tribunal Supremo, donde se ventila estos días una demanda de varias familias palestinas para recuperar los restos de sus seres queridos.

Se trata de palestinos involucrados en ataques contra el Ejército y atentados contra civiles, entre ellos numerosos suicidas que quedaron despedazados al hacer estallar sus bombas en medio de poblaciones israelíes.

El año pasado, Israel devolvió a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) 91 cadáveres también como gesto de buena voluntad, agrega la fuente, que también ha obtenido confirmación por parte del ministro palestino de Asuntos Civiles, Husein A-Shej.

Ayer, al publicar por primera vez la información, la Oficina del Primer Ministro israelí desmintió categóricamente que fuese a devolver cadáveres, pero lo confirma en su respuesta al Tribunal Supremo.

La ANP ha mostrado su interés en recibir los restos, pero exige a Israel que antes realice pruebas de ADN para que no haya dudas en la identificación de cada uno.

Israel entierra los cadáveres de atacantes palestinos abatidos por sus fuerzas de seguridad en varios "Cementerios de terroristas" especialmente habilitados, y en el que las tumbas no están identificadas por nombre.

Los datos y señas de identidad del atacante se guardan en archivos bajo la más estricta reserva.

Estos cadáveres han servido en el pasado para canjes por soldados israelíes muertos en el campo de batalla en el Líbano o Gaza, a cambio de información sobre soldados desaparecidos e incluso en intercambios con militares cautivos.