Manifestantes de ultraderecha y antirracistas se enfrentaron en el centro de Londres, en las protestas convocadas tras la muerte el 22 de mayo del soldado Lee Rigby a manos de dos presuntos islamistas.

Unos setenta militantes del derechista Partido Nacionalista Británico (BNP) se congregaron frente a las Casas del Parlamento para manifestarse en contra del islam y pedir la expulsión de "los predicadores del odio".

En contrapartida, "Unidos contra el fascismo" y otros grupos antirracistas protagonizan una manifestación contra el BNP, al que increpan con cánticos de "Escoria nazi".

Aunque ambos grupos protestan en diferentes puntos del centro y separados por un cordón policial, hubo algunos choques cuando simpatizantes de los dos bandos se cruzaron por la calle, según la agencia local PA.

El BNP, cuyo líder Nick Griffin es eurodiputado, pretendía inicialmente manifestarse en el barrio de Woolwich, donde tuvo lugar el asesinato del soldado, pero la policía lo vetó para evitar azuzar las tensiones sociales.

Lee Rigby, adscrito al cuartel militar de Woolwich, en el sureste de la capital británica, fue asesinado a cuchilladas el 22 de mayo cuando volvía de trabajar en la Torre de Londres por dos presuntos islamistas que fueron detenidos el mismo día del ataque.

Se trata de Michael Adebolawe, de 22 años, y Michael Adebolajo, de 28, ambos británicos de origen nigeriano y conversos al islam.

Adebolajo fue filmado por testigos el día de autos con las manos ensangrentadas y un cuchillo en la mano, mientras decía que la muerte del soldado era para vengar las matanzas de musulmanes en Afganistán e Irak.

La invocación de la fe mahometana ha sido aprovechada por los grupos de ultraderecha, que han protagonizado violentas protestas y ataques a mezquitas, a pesar de las peticiones del primer ministro británico, David Cameron, a favor de la calma y la cohesión social para evitar represalias contra los musulmanes.

Las principales sociedades islámicas del país han condenado el brutal asesinato de Rigby y lo han desvinculado del islam.

La familia de Adebolajo, de religión cristiana, también lo repudió y señaló que "no hay lugar para la violencia en nombre de la religión o la política".

La familia de Lee Rigby, de 25 años, también instó a la paz social y aseguró en un comunicado que al soldado no le habría gustado que "su nombre fuese utilizado como una excusa para atacar a otras personas".