Un joven de 22 años, identificado como "Alexandre" y con antecedentes policiales por delitos menores, fue detenido ayer de madrugada a las afueras de París como presunto agresor del militar Cédric Cordiez, de 25 años, apuñalado en un intercambiador del metro de la capital francesa el pasado sábado, anunció ayer el ministro francés del Interior, Manuel Valls.

Las pruebas que el sospechoso, convertido al islamismo a los 18 años, dejó en el metro del barrio de negocios de La Défense, en el norte de la capital francesa, donde se produjo el ataque, permitieron identificarlo gracias al análisis de ADN y a las imágenes tomadas por las cámaras de videovigilancia, explicó Valls.

El fiscal general de la República, François Molins, anunció que "Alexandre" ha reconocido ser el autor del ataque y añadió que el agresor actuó como un terrorista que "en nombre de su ideología religiosa quería matar". La investigación está en manos de la fiscalía antiterrorista de París y, según explicó el fiscal, los hechos tendrán la calificación de delito terrorista. El detenido podrá permanecer hasta 96 horas bajo la jurisdicción de la Policía judicial antes de ser puesto a disposición del juez.

Molins aseguró que el presunto autor del ataque actuó con una "determinación impresionante" y que al ser detenido les dijo a los agentes que conocía bien las razones por las cuales lo buscaban. El fiscal recordó que la agresión de París se produjo tres días después de que un soldado británico fuera degollado en Londres por dos islamistas, por lo que se siguen buscando posibles vinculaciones entre ambos ataques, aunque por el momento se piensa que "Alexandre" actuó como un lobo solitario.

El representante del ministerio público explicó que las imágenes de las cámaras de vigilancia permitieron ver cómo el detenido rezó en unos grandes almacenes, "de manera ostensible, ocho minutos antes" del ataque y añadió que las armas blancas encontradas en una mochila que dejó en el lugar habían sido adquiridas en una tienda próxima, menos de una hora antes de perpetrar la agresión.

El soldado Cordiez fue atacado cuando patrullaba el intercambiador del metro -donde hay un centro comercial- junto a otros dos militares, dentro del dispositivo de protección antiterrorista "Vigipirate", en vigor en Francia desde el 11-S. Cordiez, que salió el lunes del hospital donde fue tratado de los cortes en el cuello que le causó su agresor, es uno de los 1.200 militares del Ejército francés desplegados por diferentes puntos del país, en el marco del dispositivo que refuerza a los agentes ordinarios.

Preguntado el ministro Valls sobre cuántas personas tienen en Francia un perfil susceptible de llevar a cabo ataques como el del pasado fin de semana, respondió que "hay varias decenas, varios cientos de Merah potenciales", lo que "no quiere decir que todos pasen a la acción".

Se trata, comentó Valls, de delincuentes, algunos de ellos conversos al islam, que se radicalizan y pueden cometer acciones terroristas. Aludía así a Mohamed Merah, el joven autor de las matanzas cometidas en Toulouse y su región en marzo del año pasado contra militares y contra una escuela judía.