Algunos cientos de manifestantes lanzaron botellas contra la policía al término de la marcha de este domingo contra el matrimonio homosexual en Francia, que se desarrolló de manera pacífica y terminó con una concentración en la explanada de los Inválidos.

Los implicados en los actos, según las imágenes y el relato de varios medios de comunicación franceses, son unos "pocos centenares" de personas, después de que la tercera gran protesta contra las bodas gays congregara en París a 150.000 personas, según la policía, y a "más de un millón", según los organizadores.

El ministro francés del Interior, Manuel Valls, había recomendado a los detractores de la ley -promulgada hace ocho días por el presidente de Francia, François Hollande- que no acudieran con niños a la manifestación, ante el creciente clima de tensión.

Para contener posibles incidentes se había habilitado un dispositivo de 4.500 policías.

Durante la jornada, el único incidente se registró en la sede del Partido Socialista (PS) en París, donde una veintena de militantes de extrema derecha entraron sin permiso y desplegaron una banderola en el tejado en la que podía leerse: "Hollande dimisión".