Un total de 274 presuntos salafistas fueron detenidos durante el fin de semana en Túnez, anunció ayer el portavoz del ministerio de Interior tunecino, Mohamed Ala Arawi. Los arrestos se produjeron en relación con los enfrentamientos habidos el domingo en Túnez capital y en la localidad de Qairauán entre las fuerzas de seguridad y radicales islámicos. El balance fue de un muerto y una veintena de policías heridos. El detonante de los disturbios fue la negativa del Gobierno a autorizar la celebración de un congreso al movimiento salafista Ansar Al Sharia, al que el primer ministro, Ali Lariyedh, acusó de "terrorista".