Más de 60 personas han muerto este lunes en atentados con bomba perpetrados en zonas chiíes de varios puntos de Irak, en lo que ha supuesto un nuevo capítulo de la peor violencia sectaria registrada en el país desde que las tropas estadounidenses completaron su repliegue en diciembre de 2011, han informado fuentes médicas y policiales.

Los ataques de este lunes elevan a más de 200 los fallecidos desde la semana pasada por violencia sectaria, mientras continúan aumentando las tensiones entre la comunidad chií, que ahora gobierna Irak, y la suní, la minoritaria que gobernaba en época de Sadam Husein, hasta el punto de que se tema la posibilidad de que estalle una guerra civil.

Hasta el momento, ningún grupo terrorista ha reivindicado la autoría de los atentados perpetrados este lunes. Irak acoge decenas de grupos insurgentes, incluida la filial de Al Qaeda, el Estado Islámico de Irak, que ya ha atacado objetivos chiíes en anteriores ocasiones para intentar fomentar los enfrentamientos sectarios.

La ciudad de Basora, situada a unos 420 kilómetros al sureste de Bagdad, ha sido el escenario de dos atentados con coche bomba que han provocado la muerte de catorce personas, según han informado la Policía y varios médicos.

"Estaba de servicio cuando una potente explosión ha sacudido el suelo", ha dicho un mando policial cerca del lugar del atentado, en el barrio de Hayaniya. "La explosión ha alcanzado a un grupo de trabajadores que estaban reunidos cerca de un puesto de bocadillos", ha relatado, antes de asegurar que ha visto varios cuerpos sin vida en la zona de la deflagración. "Uno de los cuerpos muertos todavía sujetaba en su mano un bocadillo manchado de sangre", ha añadido, en referencia al coche bomba que ha provocado la muerte de nueve personas.

El segundo coche bomba ha terminado con la vida de cinco personas en una estación de autobuses en el barrio de Saad, en Basora. Por otra parte, en Bagdad han muerto al menos 30 personas en los atentados con vehículos cargados de explosivos perpetrados en Kamaliya, Ilaam, Puente Diyala, Al Shurta, Shula, Zaafaraniya y Ciudad Sadr, barrios con una alta concentración de población chií.

Además, la explosión de un coche bomba aparcado en el distrito de Shaad, en el norte de la capital iraquí, ha matado a doce personas y ha dejado heridas a otras 26, según fuentes médicas y policiales. La Policía ha informado de otro ataque en el que han muerto cinco iraníes, cuando un coche bomba ha explotado al paso de un autobús de peregrinos suníes cerca de Balad, a unos 80 kilómetros al norte de Bagdad.

Por otro lado, en la provincia de Anbar, en el oeste de Bagdad, las autoridades iraquíes han encontrado los cuerpos sin vida de catorce personas que habían sido secuestradas el sábado pasado. Los cadáveres estaban abandonados en una zona desértica y presentaban disparos de bala en la cabeza y el pecho, según fuentes médicas y de los servicios de seguridad.