El ex dictador Jorge Rafael Videla, fallecido el viernes a los 87 años, no recibirá ningún honor militar. Sus familiares mantenían ayer en absoluta reserva cuál será el destino final de sus restos, que permanecían ayer en una morgue de Buenos Aires.

Videla fue hallado muerto en la cárcel, donde cumplía cadena perpetua por delitos de lesa Humanidad cometidos durante la última dictadura militar (1976-1983). En concreto fue hallado en su celda sin pulso ni reacción pupilar. Un juez ordenó una autopsia cuyo resultado no ha sido aún difundido.

Los familiares de Videla mantienen en absoluta reserva acerca de cuándo y dónde serán sepultados los restos del ex dictador. Lo que sí se ha confirmado es que no recibirá ningún honor militar en su funeral, según una decisión del Ministerio de Defensa.

Portavoces del Estado Mayor explicaron que "Videla fue destituido del Ejército" y que, además, está vigente desde 2009 una resolución de la entonces ministra de Defensa, Nilda Garré, que prohíbe dar honras en los funerales a miembros de las Fuerzas Armadas involucrados en causas relacionadas con violaciones de los derechos humanos.

La noticia de la muerte del ex dictador ha causado gran impacto en la sociedad argentina, que al unísono renovó su condena hacia el sanguinario régimen, y ha acaparado las portadas de la prensa. En las últimas horas aparecieron cerca de una veintena de esquelas de Videla, a quien recuerdan como alguien "injustamente" encarcelado.

Varios de los 18 mensajes, publicados en "La Nación", son de ex militares, pero ninguno de su familia. Los firmantes "piden a Dios" que lo recompense "por los sufrimientos". "Si alguno quiere llorar, lo puede hacer, pero tiene que saber que llora a un hombre que torturó, mató y violó la Constitución", afirmó la líder de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carloto.