Alemania y Francia no presentarán, en contra de lo anunciado anteriormente, una propuesta común para avanzar en la integración europea antes de la cumbre de junio. Por su parte, Angela Merkel abogó ayer ante el Papa Francisco por la regulación de los mercados.

El semanario "Der Spiegel", que cita fuentes del Gobierno en Berlín, argumenta que las diferencias entre Francia y Alemania en asuntos clave son en la actualidad "demasiado grandes" como para lograr consensuar una hoja de ruta para el futuro de la Unión Europea.

Alemania ha asumido que no se pueden esperar "resultados concretos". Merkel deseaba una declaración común que "demostrase la unidad entre Berlín y París", señala la revista, pero François Hollande teme ahora que una postura común "provoque la oposición de otros países". En el 50.º aniversario del Tratado del Elíseo, cuna del eje franco-alemán, Merkel y Hollande anunciaron el pasado enero que para junio presentarían una serie de propuestas.

Merkel mantuvo ayer un encuentro con el Papa Francisco en el que respondió a las críticas del Pontífice contra "la dictadura de la economía" pidiendo una mayor regulación de los mercados.

"Las crisis estallan porque no se respetan las reglas. La economía está para servir a la gente y ha sido este el caso durante los últimos años", dijo la canciller. El jueves, el Papa emitió una dura crítica contra el sistema financiero. "La adoración del antiguo becerro de oro ha encontrado una nueva y despiadada imagen de la superstición en el dinero y en la dictadura de la economía sin rostro ni objetivo realmente humano". Mientras, más de 100.000 italianos protestaban ayer en Roma para exigir al primer ministro Enrico Letta medidas contra la recesión y por el empleo. De momento suprimió el impuesto sobre la primera vivienda de Monti.