La Cámara de los Comunes rechazó ayer por 227 votos frente a 130 la enmienda presentada por un grupo de diputados del Partido Conservador del primer ministro británico, David Cameron, descontentos por la ausencia de una normativa precisa para la convocatoria de un referéndum sobre la pertenencia del Reino Unido a la UE.

La enmienda fue hecha al denominado "discurso de la Reina", leído por Isabel II ante el Parlamento el pasado día 8, y consistente en el programa para el nuevo curso legislativo previsto por el Gobierno de coalición de "tories" y liberales.

En ese discurso, brilló por su ausencia toda referencia a la promesa del "premier" de convocar un referéndum sobre la permanencia o salida del país del club comunitario si gana las elecciones generales de 2015, lo que enfureció al sector más euroescéptico de los "tories" -incluidos dos ministros-, que crece a medida que los antieuropeístas del UKIP, que recibieron un fuerte espaldarazo en las recientes elecciones municipales, suben como la espuma en las encuestas.

Para tratar de calmar los ánimos, Cameron anunció el martes un borrador de proposición de ley que sienta las bases de una eventual consulta. En ese documento, Cameron esboza un plan para convocar antes del 31 de diciembre de 2017 un plebiscito en el que se requeriría a los electores responder con un "sí" o un "no" a la pregunta: "¿Cree que el Reino Unido debería continuar siendo miembro de la UE?". Sin embargo, el sector más euroescéptico de los "tories" juzga de escaso alcance la inicitativa de Cameron.