La Coalición Nacional para las Fuerzas de la Oposición y la Revolución Siria (CNFORS) ha expresado este lunes su rechazo al vídeo publicado en Internet en el que aparece un comandante rebelde sirio arrancando y mordiendo el corazón de un soldado y ha subrayado que "este acto contradice la moral del pueblo sirio y del Ejército Libre Sirio (ELS)".

"Varias agencias de noticias internacionales y portales de Internet han circulado un vídeo en el que una persona que afirma ser parte de los rebeldes lleva a cabo un acto horrible e inhumano", ha señalado la coalición a través de un comunicado.

"El ELS ha luchado y continúa luchando por la dignidad de todos los sirios que quieren libertad. El ELS es nacional por encima de todo y fue creado para defender a los civiles y alejar a la gente de la venganza y el crimen", ha agregado.

Por ello, ha expresado su "rechazo total" a "los malos tratos a los heridos y la desfiguración de los muertos". "La CNFORS reitera su condena a estos actos y subraya que se trata de un crimen, independientemente de quién sea el responsable", ha remachado.

Este mismo lunes, la organización Human Rights Watch (HRW) ha informado de que el domingo se colgó en Internet un vídeo en el que se ve a Abu Sakkar, un fundador de la Brigada Faruk --conocida por los periodistas como un grupo de insurgentes de Homs-- cortando el torso de un soldado muerto.

El vídeo ha causado indignación entre los partidarios del presidente, Bashar al Assad, y opositores. "Juro por Dios que vamos a comer vuestros corazones e hígados, los vuestros, los de los soldados del perro de Al Assad", se escucha a Sakkar decir a gritos a sus compañeros fuera del radio de la cámara. "Allahu akbar (Dios es grande)", añade.

El director de Emergencias de HRW, Peter Bouckaert, ha afirmado que había visto un copia del vídeo original y sin editar en el que podía confirmarse la identidad de Abu Sakkar gracias a fuentes insurgentes y a otras imágenes que hay de él en otros vídeos en los que vestía la misma chaqueta negra y los mismos anillos.

"La mutilación de los cuerpos de los enemigos es considerado un crimen de guerra, pero el problema más grave es el rápido empeoramiento de la retórica sectaria y la violencia", ha proseguido Bouckaert.

Asimismo, ha añadido que en la versión sin editar, Sakkar da órdenes a sus hombres para que "masacren a los alauíes --la comunidad religiosa a la que pertenece la familia de Al Assad-- y le lleven sus corazones para comérselos", antes de morder el corazón de un soldado muerto.