El Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB, antiguo KGB) detuvo ayer de madrugada a un diplomático estadounidense acusado de tratar de reclutar a un funcionario de los servicios secretos rusos, en un nuevo episodio de la guerra de espías de nunca acabar entre Moscú y Washington.

Se trata, según el FSB, de Christopher Fogle, agente de la CIA y tercer secretario político de la Embajada de EE UU en la capital rusa. Rusia ha declarado persona no grata al diplomático y ha exigido "su inmediata repatriación" a EE UU, según una nota oficial del Ministerio de Exteriores ruso.