La ONU anuncia que tiene indicios de que los rebeldes sirios han empleado armas químicas -en concreto gas sarín-, aunque las evidencias no son "concluyentes". La controversia por el uso de armas de destrucción masiva repuntó ayer, un día después del segundo ataque israelí contra territorio sirio, en el que, según fuentes opositoras, murieron al menos 40 soldados del régimen de Bachar al Asad.

El uso de armas químicas es una "línea roja" que, si se traspasa, han advertido EE UU y el Reino Unido, puede precipitar una intervención militar en Siria. Consciente de ello, la ONU emitió ayer dos mensajes, no contradictorios, pero sí con distintos matices.

La juez Carla del Ponte, miembro de la Comisión de la ONU que investiga las violaciones de los Derechos Humanos en Siria, dijo disponer de indicios de que los insurrectos han usado armas químicas. "Disponemos de testimonios sobre la utilización de armas químicas; en particular, de gas sarín. No por parte del Gobierno, sino de los opositores". "Existen sospechas fuertes y concretas, pero aún no hay pruebas incontestables", recalcó la magistrada, dejando el camino abierto para que su jefe, el presidente de la comisión, Paulo Sergio Pinheiro, negara que haya "evidencias concluyentes".

Los rebeldes sirios salieron rápidamente a negar que hayan empleado armas de destrucción masiva y a tachar las revelaciones de la juez de "meras especulaciones", porque "no ha mostrado ninguna prueba". "Nosotros somos quienes poseemos pruebas de que el régimen sirio usa armas químicas. Esas pruebas las hemos mandado a nuestros comandantes y al presidente de Estados Unidos, Barack Obama", aseguró un portavoz de los alzados. En este sentido, el Departamento de Estado y la Casa Blanca indicaron a través de sus portavoces que es "altamente" probable que sea el régimen sirio el que esté detrás del uso de estas armas.

Entre tanto, Israel denunció ante el contingente internacional desplegado en los Altos del Golán la caída de dos obuses disparados desde territorio sirio. Un portavoz militar hebreo, sin embargo, atribuyó la caída de los proyectiles a los combates que libran en la zona los rebeldes y el Ejército de Al Asad.

Con todo, después de los dos ataques israelíes de este fin de semana contra territorio sirio, el Ejército hebreo ha incrementado el nivel de alerta en el norte del país. En el segundo ataque perecieron más de 40 soldados sirios, según fuentes opositoras.

Una fuente de inteligencia en Washington reveló que Estados Unidos no fue avisado con antelación de los bombardeos israelíes, en principio, para evitar que misiles iraníes llegaran a manos de Hezbolá. Sin embargo, los republicanos de Estados Unidos creen que esos ataques meterán presión a Obama para que intervenga en Siria y Rusia ve en ellos indicios de preparativos de "injerencia".