El ataque aéreo llevado a cabo por Israel el pasado jueves contra territorio sirio tenía como objetivo destruir un envío desde Irán de misiles y con destino al grupo islamista libanés de Hezbolá, indicaron hoy funcionarios estadounidenses. Por su parte, fuentes oficiales israelíes bajo el anonimato han confirmado que aviones de combate de Israel atacaron a primera hora de este viernes en Siria un envío de misiles avanzados presuntamente destinados al partido milicia chií libanesa Hezbolá.

Los funcionarios estadounidenses, que solicitaron mantener el anonimato, señalaron que habían registrado numerosos vuelos por parte de aviones israelíes sobre el espacio aéreo libanés en la noche del jueves al viernes pasado.

De acuerdo a estas fuentes, citadas por el diario The New York Times, los aviones de la fuerza aérea israelí no habrían entrado en el espacio aéreo sirio y habrían realizado la operación militar desde el vecino estado de Líbano.

El ataque se habría producido en un almacén cercano al aeropuerto de Damasco, de donde se preveía que fueran luego enviados al Líbano.

El embajador israelí en Estados Unidos, Michael Oren, aseguró la pasada semana en una entrevista a la cadena de MSNBC que Tel Aviv "no permanecerá pasivo si Bachar al Asad intenta transferir armas químicas a Hezbolá u otros grupos".

Los funcionarios estadounidense descartaron que el ataque del jueves tuviese como objetivo un centro de almacenamiento de armas químicas y precisaron que los misiles destruidos serían Fateh-110s.

El presidente estadounidense Barack Obama afirmó que enviar tropas a Siria "no sería bueno" para los intereses de su país ni para el pueblo sirio ante las crecientes preocupaciones de uso de armas químicas por parte del régimen sirio.

Por el momento, EE.UU. está otorgando "asistencia no letal" a los opositores sirios y se resiste a darles armas por el miedo a que éstas puedan caer en manos de grupos terroristas.

El bombardeo había sido descubierto ya de manera extraoficial por estadounidenses, que informaron de que la aviación israelí había realizado el ataque sin siquiera entrar en espacio aéreo sirio, gracias a los denominados "misiles de lanzamiento a distancia", con un alcance de varios kilómetros. Así, las bombas podrían haber sido lanzadas desde Líbano y desde el propio espacio aéreo israelí.

Desde Líbano, fuentes del aparato de seguridad han informado de una actividad inusualmente intensa de la aviación israelí en su espacio aéreo durante el jueves y el viernes, aunque en un principio se atribuyó a la vigilancia del posible tráfico de armas entre Siria y Líbano.

Sin embargo, el régimen del presidente sirio, Bachar el Asad, ha desmentido hasta el momento el ataque. "No estoy al tanto de ningún ataque hasta ahora", dijo el embajador sirio ante la ONU, Bashar Jaafari, en declaraciones a Reuters.

Mientras, los insurgentes sí confirman el incidente. "Nuestra información apunta a un ataque israelí contra un convoy de misiles destinados a Hezbolá. Aún no hemos confirmado el lugar donde se produjo", ha explicado un comandante y portavoz del Ejército Libre Sirio, Qassim Saadedine.

Ya en enero fuentes diplomáticas informaron de un bombardeo israelí sobre un convoy de armas destinado a Hezbolá. También los insurgentes y fuentes de seguridad de la región de Oriente Próximo conrfirmaron este hecho.