Una mujer dirige por primera vez el Servicio Nacional Clandestino (NCS, en inglés) de la Agencia Central de Información (CIA) de EE UU, informó ayer "The Washington Post". Pese a que su identidad no puede ser revelada por el cargo que ocupa, el diario la define como una agente veterana con un amplio apoyo dentro de la agencia y que participó en el programa de detenciones e interrogatorios de la CIA después de los atentados del 11-S. La nueva jefa del NCS también habría rubricado la decisión de destruir los vídeos sobre las torturas a algunos prisioneros en 2005, lo que unido a su participación en el programa de interrogatorios podría poner en peligro su nuevo puesto. El Servicio Clandestino supervisa a los espías encubiertos de la agencia en todo el mundo y la mayoría de sus operaciones ocultas, incluyendo aviones no tripulados.