El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha señalado durante su primera visita oficial a Israel que el compromiso estadounidense con la seguridad del Estado judío es sólido como una roca y que la paz debe llegar a Tierra Santa.

"Veo esta visita como una oportunidad para reafirmar el lazo irrompible entre nuestras dos naciones, para restaurar el inquebrantable compromiso con la seguridad de Israel y para hablar directamente con el pueblo israelí y su vecinos", ha asegurado Obama en la ceremonia de bienvenida que ha tenido lugar en el aeropuerto de Tel Aviv. "Me siento seguro al declarar que nuestra alianza es eterna, es para siempre", ha añadido.

Por su parte, el primer ministro del país, Benjamin Netanyahu, ha recordado el derecho israelí a la autodefensa, derecho que, según él, Obama apoya. "Gracias por permanecer junto a Israel en esta época de cambio histórico en Oriente Próximo", ha manifestado Netanyahu. "Gracias por afirmar inequívocamente el derecho soberano de Israel a defenderse a sí mismo y por sí mismo de cualquier amenaza", ha proseguido.

Durante el acto de bienvenida, Obama ha hablado de sus esperanzas por la paz, sin mencionar de forma directa a Palestina. "Permanecemos juntos porque la paz debe llegar a Tierra Santa", ha afirmado el presidente estadounidense. "Aún siendo conscientes de las dificultades, no perderemos jamás de vista la imagen de un Israel en paz con sus vecinos", ha expresado.

Obama fue recibido al pie de la escalerilla del avión presidencial, donde se desplegó una gran alfombra roja, por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente, Simon Peres. El Air Force One fue escoltado hasta su aterrizaje por cuatro helicópteros mientras el resto del espacio aéreo del país se mantenía cerrado.

Tras escuchar los himnos de EEUU e Israel junto a Peres y Netanyahu, Obama pasó revista, acompañado del presidente israelí, a una guardia de honor formada por fuerzas de tierra, mar y aire.

En el aeropuerto, engalanado con decenas de banderas de ambos países, le esperaban también todos los miembros del nuevo Gobierno israelí y los máximos representantes de las instituciones del país, además de otras 250 personalidades invitadas y cerca de 300 periodistas.

Obama pasará dos días y medio en Israel, con dos breves desplazamientos al territorio palestino ocupado de Cisjordania: a Ramala, para entrevistarse con el presidente palestino Mahmud Abás y el primer ministro, Salam Fayad, y a Belén para visitar la basílica que marca el nacimiento de Jesús.

Durante el viaje, bautizado por Israel como "Alianza Irrompible", se reunirá hasta en tres ocasiones con Netanyahu y pronunciará un discurso ante 600 estudiantes en un gran centro de convenciones de Jerusalén.

Entre los principales temas en la agenda de las conversaciones de Obama con sus interlocutores israelíes, adelantaron funcionarios del Gobierno de este país, figuran el programa nuclear iraní, el conflicto armado en Siria y las vías para relanzar el estancado proceso de paz en Oriente Medio.