La experta en finanzas de centroizquierda Alenka Bratusek se ha convertido en la primera mujer que asume la jefatura del Gobierno de Eslovenia, justo en un delicado momento de grave crisis económica y social en su país.

Bratusek, de 43 años, se define a sí misma como alguien que sabe lo que quiere, "decidida y directa", y se presenta como una persona ajena a las élites políticas que han monopolizado el poder en los últimos años.

Pese a ser una recién llegada a la política nacional -es diputada desde diciembre de 2011 y líder de su partido, Eslovenia Positiva (PS), sólo desde enero-, la primera ministra ha salido airosa de las negociaciones con sus tres socios de coalición, en un escenario dominado por los hombres.

Así, ha logrado tejer un acuerdo de Gobierno con el partido socialdemócrata, la centrista Lista Cívica y el Partido de los Jubilados.

"Estabilidad, confianza, crecimiento y resultados positivos", es el resumen del programa acordado por el nuevo Gobierno, declaró hoy Bratusek en la sesión extraordinaria en la que el Parlamento dio el visto bueno a su propuesta de Ejecutivo.

Eslovenia ha evitado así elecciones anticipadas tras la caída el mes pasado del Gobierno de Janez Janza, quien sucumbió a una moción de censura debido a su negativa a dimitir pese a las acusaciones de corrupción en su contra.

Según los analistas, la organización de comicios en estos momentos agravaría la crisis económica y podría llevar a Liubliana a tener que pedir un rescate financiero externo.

"Eslovenia necesita soluciones para posicionarse en su lugar, entre los mejores, mientras que hoy estamos entre los Estados más problemáticos de la Unión Europea", ha advertido en la web de su partido esta ingeniera textil.

Bratusek inició su actividad política a nivel municipal en la localidad de Kranj, donde tiene su residencia desde hace 20 años y de cuya asamblea local entró a formar parte en 2006.

En 2008 fracasó en su intento de lograr un acta de diputada, algo que consiguió tres años después.

Su elección como presidenta interina del PS llegó a raíz de las acusaciones de corrupción contra el líder de esa formación, Zoran Jankovic, también alcalde de Liubliana.

En su currículo profesional destacan los seis años, hasta 2011, que estuvo al frente de la oficina para el presupuesto estatal en el Ministerio de Finanzas.

Hasta hace poco presidía una comisión parlamentaria para el control de las finanzas públicas.

Bratusek ha anunciado que la "prioridad absoluta" del nuevo Gobierno será el saneamiento del sector bancario, cuyos "activos tóxicos", que han superado los 6.700 millones de euros, el 19 % del PIB, están agobiando la economía del pequeño país alpino.

Pero aparte de sacar al país de la crisis económica, esta madre de dos niños se plantea también como objetivo devolver a la política y los políticos el prestigio perdido.

"No ha sido una decisión fácil la de entrar en la política, que lamentablemente no es una profesión de prestigio", ha reconocido, aunque se ha mostrado confiada en poder mejorar esa imagen.

Un objetivo difícil, dado el creciente descontento de la población con una clase política a la que acusa de corrupta e ineficaz, y que ha provocado las mayores protestas ciudadanas desde la independencia de Eslovenia de la desaparecida Yugoslavia.