El expresidente del Gobierno italiano Silvio Berlusconi sigue hoy ingresado en el Hospital San Raffaele de Milán, donde entró el pasado viernes, debido a problemas oculares, por lo que no se presentó a la nueva vista del proceso por el caso Ruby, en el que está acusado de abuso de poder y prostitución de menores.

Los abogados de Berlusconi volvieron hoy a presentar a los jueces de Milán que siguen el proceso el legítimo impedimento de Berlusconi para aplazar la vista.

Según el médico personal de "Il Cavaliere", Alberto Zangrillo, Berlusconi sigue el tratamiento por la uveítis (inflamación ocular) que sufre, pero además está siendo vigilado a nivel cardiológico y la tensión, debido a las medicinas que está tomando.

Tras la petición de legítimo impedimento, la fiscalía del caso pidió a los jueces que envíen a los inspectores para verificar si las condiciones de salud del político le impiden acudir al aula, o en cualquier caso que se envíe un informe detallado sobre la salud de Berlusconi.

Debido a su hospitalización, Berlusconi no ha acudido a la pasada audiencia del caso Ruby, que fue aplazada hoy, así como este sábado tampoco se presentó a la vista del juicio en apelación por el caso Mediaset, por el que ha sido condenado a cuatro años de reclusión por fraude fiscal.

Este sábado, los jueces autorizaron el envío de inspectores al hospital, y en su informe señalaron que efectivamente Berlusconi sufre de problemas en la vista, pero rechazaron que estos fueran lo suficientemente graves para suponer un legítimo impedimento, por lo que los jueces decidieron proseguir con la audiencia, aunque sin la presencia de Berlusconi.

La decisión del Tribunal de Apelación milanés levantó las críticas de algunos de los correligionarios del ex primer ministros que anunciaron una manifestación hoy frente al Tribunal de Milán, pero que finalmente fue anulada por expreso deseo de Berlusconi.