La Comisión Europea aconseja a sus funcionarios destinados en Grecia, especialmente en Atenas, que mantengan en secreto su identidad y eviten revelar que trabajan para las instituciones de la UE para, de ese modo, evitar problemas de seguridad y eventuales agresiones de ciudadanos indignados o de activistas contrarios a las medidas de austeridad impuestas por la UE a Grecia a cambio del rescate.

"Invente una biografía. El conductor de taxi que le lleva a su hotel o el propietario de la tienda de su calle no necesitan saber que usted trabaja para las instituciones europeas. Cuando le pregunten, hable de su profesión previa o de la de su mejor amigo", señalan las recomendaciones, filtradas por el periódico griego "To Vima" y que han provocado una gran controversia en el país.

El Ejecutivo comunitario aconseja además a sus funcionarios que eviten llevar acreditaciones visibles, que no hablen de su trabajo en lugares públicos como el metro y que esquiven cualquier manifestación o aquellos lugares donde se celebran con frecuencia manifestaciones, como la ateniense plaza Sintagma.

Los jefes de misión de la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) exigieron ayer, entre tanto, al Gobierno griego que presente un plan detallado sobre el recorte de 25.000 empleos públicos hasta fin de año. Esta es la condición de la troika para otorgar el siguiente tramo de financiación, de 2.800 millones de euros, que forma parte del rescate de las finanzas helenas.

Hasta el momento, el Estado se ha desprendido de 75.000 empleados públicos por este y otros sistemas. El objetivo es alcanzar los 150.000 hasta finales de 2015.

En ese clima de recortes y deudas, un tribunal de apelaciones de Atenas condenó ayer al exministro socialista de Defensa Akis Tsohatzopoulos a ocho años de cárcel por delitos económicos, después de que este ex dirigente socialista no haya logrado justificar el origen de su riqueza.