La derecha ultranacionalista austriaca sufrió un grave revés electoral en Carintia, el Estado sureño gobernado durante años por el fallecido Jorg Haider y su tradicional granero de votos, al perder 11 de los 17 escaños que tenía en la Cámara regional. El FPK, una de las formaciones herederas de Haider, ha pasado del 44,8% al 17%.