El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha firmado la orden del "secuestro" de los Presupuestos, lo que activa un ajuste de 85.000 millones de dólares (63.910 millones de euros) a partir de este sábado, según ha confirmado la Casa Blanca.

Así, las diversas agencias que conforman la Administración de Obama tienen hasta el 1 de octubre de este año para promulgar los recortes de hasta 63.910 millones de euros, que afectarán principalmente a las partidas de Defensa, Sanidad y destinadas a programas sociales.

"Por la presente, ordeno que las partidas presupuestarias de cada una de las cuentas de los Presupuestos no exentas sean reducidos en el importe calculado por la Oficina de Administración y Presupuesto", reza la orden suscrita por el presidente de Estados Unidos con fecha del 1 de marzo.

"Las partidas presupuestarias sujetas a secuestro deberán ser nuevas facultades presupuestarias, saldos disponibles de cuentas de la función de Defensa prorrogados de anteriores ejercicios fiscales, facultades directas de gasto y limitaciones de obligaciones de pago", añade la orden, en segundo lugar. Obama estaba obligado a emitir esta orden antes de la medianoche de este viernes (hora local).

Con esto, la orden pone en vigor un recorte del gasto en Defensa del 7,8 por ciento y del 5 por ciento en aquellas partidas no dirigidas a Defensa, de acuerdo con el informe de la Oficina de Administración y Presupuesto remitido al Congreso estadounidense. En concreto, el ajuste presupuestario afectará de forma inmediata a las subvenciones del Estado y a las ayudas a los parados de larga duración, entre otros, mientras que otras partidas sufrirán los recortes a partir del mes de abril.

Será en abril, precisamente, cuando la ciudadanía percibirá los efectos del "secuestro" presupuestario, según han vaticinado analistas y funcionarios estadounidenses, en forma de retrasos en los vuelos por los recortes que sufrirán los controladores aéreos, en disminución o suspensión de los vuelos en pequeños aeropuertos o en la ralentización de los procesos de inspección alimentaria. También se registrará un aumento de los precios y la reducción del suministro de productos en los sectores más afectados.

En su última comparecencia ante la prensa de este viernes tras finalizar el encuentro con los representantes demócrata y republicano en el Congreso, Obama admitió que el impacto de la activación de dichos ajustes en los programas federales reducirá "más de medio punto" la tasa de crecimiento económico (hasta el 0,7 según la Oficina de Administración y Presupuesto) y se traducirá en la pérdida de unos 750.000 empleos.

De esta forma, en Defensa, 800.000 empleados del sector sufrirán recortes en sus salarios del 20 por ciento y podrían trabajar un día menos a la semana. En Educación, la reducción de la ayuda a los colegios resultará en un ajuste del salario de unos 10.000 profesores y 7.200 especialistas que tratan a niños con discapacidad, y 14.000 profesores de guarderías perderán su trabajo, viéndose afectados unos 70.000 niños menores de cinco años.

Asimismo, los pasajeros tendrán que esperar entre un 30 y un 50 por ciento --al menos cuatro horas-- más en los aeropuertos ante los previsibles retrasos. La contratación de personal aeroportuario se congelará, habrán despidos y se reducirá la jornada de unos 50.000 empleados. El "secuestro" también afectará a los científicos y los estudiantes. Hasta 12.000 sufrirán reducciones en sus presupuestos.

La atención ahora virará en torno a la elaboración de los Presupuestos. El Congreso deberá extender una ley provisional, aprobada por la Cámara de Representantes en septiembre del año pasado, que garantiza la financiación de la Administración estadounidense hasta el 27 de marzo y cuya cuantía total asciende al billón de dólares (804.200 millones de euros). Si no se prorroga dicha ley, el Gobierno se aboca a la paralización parcial ante el bloqueo de sus fondos.