El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, descartó hoy una intervención militar de la Alianza Atlántica "en Siria o en cualquier otro país" de la región de las mismas características que la que lleva a cabo en Libia.

"No tenemos intención de intervenir en Siria o en otros países" de Oriente Medio, declaró Rasmussen durante una conferencia en Bruselas.

El secretario general argumentó que, a diferencia de la operación que la Alianza desempeña aún en Libia, y que ha ayudado a derrocar al régimen del dictador Muamar al Gadafi, la OTAN no cuenta "con el mandato de las Naciones Unidas".

Asimismo, destacó que, en el caso de Libia, la OTAN contaba igualmente con el respaldo de otros países árabes -por ejemplo, Jordania, Catar o los Emiratos Árabes Unidos-, algo que no se da en otros casos.

En este sentido, según Rasmussen, las condiciones que se dieron en Libia "no se dan en ningún otro caso", por lo que la Alianza no tiene ningún plan para actuar en Siria o en Yemen, otro de los países árabes con conflictos entre el Gobierno y la población.

Desde que se iniciaron en febrero de este año, el presidente sirio, Bachar al Asad, ha reprimido brutalmente las manifestaciones en contra de su régimen y en favor de las reformas democráticas.

La ONU estima que, hasta el momento, unos 2.700 civiles han muerto a causa de la represión del Gobierno sirio en contra de la población.

Igualmente el presidente yemení, Ali Abdalá Saleh, ha atacado a su propia población con el fin de detener las protestas en contra de su Gobierno que tienen lugar desde principios de año.

Ni en el caso de Siria ni en el de Yemen, los socios europeos y norteamericanos de la OTAN quieren intervenir, entre otros factores, por las reticencias ante una operación armada entre la mayoría de países de Oriente Medio, especialmente algunos de sus socios que sí vieron con buenos ojos el apoyo a los rebeldes libios.

"Todos los aliados estuvimos de acuerdo en que (intervenir en Libia) era lo correcto", señaló Rasmussen, un acuerdo que no se da a la hora de discutir sobre otros estados.

"Ya actuamos en Libia, Afganistán y Kosovo", afirmó Rasmussen, quien añadió que por el momento éstas serán las únicas operaciones militares de la Alianza Atlántica.

Precisamente sobre la relación de la Alianza con los países árabes, Rasmussen recalcó que fortalecer los lazos con la ribera sur del Mediterráneo será uno de los principales objetivos de la próxima cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN que se celebrará en mayo en Chicago (Estados Unidos).

"Hemos de enviar un señal fuerte a los países del Mediterráneo, de Oriente Medio y del Golfo Pérsico", insistió el secretario general.

A su juicio, existen "intereses compartidos" entre esta región y los miembros de la OTAN, la cual, dijo, está comprometida en fomentar la democracia en esta región.

Rasmussen indicó que los otros tres objetivos básicos para la cita de Chicago serán Afganistán, la cooperación con Rusia en el desarrollo del escudo antimisiles y el mantenimiento de las capacidades militares de la Alianza en medio de la época de recortes presupuestarios en muchos países miembros.