La compañía operadora de la central de Fukushima Daiichi, Tokio Electric Power (TEPCO), informó hoy de que empezó a someter a revisión médica a 800 técnicos de la planta casi dos meses después de que se originara la crisis nuclear.

Las revisiones comenzaron después de que el 25 de abril el Ministerio de Salud nipón ordenó a la compañía examinar inmediatamente a los trabajadores que han trabajado en la planta durante más de un mes desde que comenzó la crisis provocada por el terremoto y tsunami del 11 de marzo, informa la agencia Kyodo.

El 16 de marzo el Gobierno también exigió a TEPCO hacer revisiones a trabajadores expuestos a niveles por encima de 100 milisieverts de radiación, tras elevar el límite legal de exposición en situaciones de emergencia de 100 a 250 milisieverts.

Unos 500 empleados de TEPCO y otros 300 de empresas afiliadas y otras compañías han estado trabajando durante más de un mes en la planta, y de ellos, 30 se han expuesto a un nivel de radiación acumulada de más de 100 milisieverts.

En un principio, el Gobierno pidió que los chequeos se realizaran una vez solucionada la situación en la planta, asumiendo que ésta no se prolongaría mucho.

Hasta ahora, sólo tres trabajadores que resultaron expuestos el 25 de marzo a altos niveles de radiación y aquellos que dejaron de trabajar en la planta han sido sometidos a revisiones médicas.

Por su parte, TEPCO anunció esta semana un plan para mejorar las condiciones de los 1.000 técnicos que trabajan estos días en la central, muchos de los cuales duermen en colchonetas sobre el suelo, según informa el diario local Mainichi.

Las mejoras, que se harían efectivas desde principios de mayo, incluyen comidas de mejor calidad y la construcción de instalaciones más aptas para alojar a los técnicos.

TEPCO no ha podido aún controlar la situación en la planta nuclear de Fukushima, cuyos reactores se quedaron sin sistema de refrigeración por el terremoto de 9 grados y el tsunami del pasado 11 de marzo, que causó 25.000 víctimas entre muertos y desaparecidos.

La eléctrica planea restablecer una refrigeración estable para verano y llevar los reactores a una "parada fría" en un plazo entre seis y nueve meses.