El ministro de Asuntos Exteriores paquistaní, Salman Bashir, aseguró este jueves que su Gobierno "no fue consultado" por Estados Unidos antes de intervenir dentro del país en la operación contra el líder de Al Qaeda, Usama bin Laden, y condenó enérgicamente la "invasión de la soberanía" nacional.

Pakistán "no fue consultado", declaró el ministro, reiterando con ello las anteriores declaraciones del Gobierno paquistaní. "Ha sido un error invadir la soberanía de Pakistán", añadió durante una rueda de prensa en Islamabad, transmitida en directo por Al Yazira.

Según Bashir, "este tipo de desgracias y de errores de cálculos pueden causar catástrofes terribles". "No se debería sembrar ninguna duda sobre la capacidad de Pakistán para garantizar su propia defensa", aseveró.

Bashir calificó de "falsas" las acusaciones sobre la posible "confabulación" entre la Inteligencia paquistaní (ISI) y Al Qaeda y aseguró que en el caso de Bin Laden ha habido un fallo de los servicios de Inteligencia de todo el mundo. Asimismo, recordó que "muchas" de las personas "más buscadas" por Estados Unidos se encuentran actualmente encarceladas en poder del ISI.

Detenciones

Pakistán, impaciente por pasar página a la muerte de Osama bin Laden, ha arrestado a un número indeterminado de habitantes de esta ciudad del norte paquistaní donde vivía el líder de Al Qaeda, con el objetivo de interrogarlos.

Una fuente policial de Abbottabad, la ciudad de montaña donde comandos especiales norteamericanos dieron muerte el lunes a Bin Laden, explicó a Efe que se trata de vecinos del barrio de Bilal, donde se halla el complejo en que residía el líder terrorista.

"Hay gente que está siendo interrogada pero no sé cuánta. El ISI (principal servicio secreto de Pakistán) los ha llevado a un lugar desconocido", dijo la fuente, que no especificó si los apresados se encuentran en manos del ISI en condición de sospechosos.

Entre los detenidos figura el constructor de la casa -identificado por algunos medios como Gul Madah-, en tanto que uno de sus dueños, Irshad Khan, permanece en paradero desconocido y es objeto de una operación de búsqueda por parte de las autoridades.

Según los vecinos, Irshad Khan comparte la propiedad del complejo con su hermano Tarik, y su familia procede de la región tribal de Waziristán, fronteriza con Afganistan, bastión de la insurgencia talibán y donde también operan células de Al Qaeda.

Otras versiones apuntan que los hermanos son originarios de la ciudad noroccidental de Charsadda.

Pese a que fuentes policiales habían indicado que el complejo residencial -construido en 2005, de tres plantas, amurallado y rodeado de campos de cultivo-, se abriría hoy al público, finalmente sólo se permitió el acceso por algunas horas al exterior inmediato.

Decenas de cámaras y periodistas se mezclaron con una multitud curiosa de vecinos cuando la policía franqueó el paso al perímetro de seguridad, aunque la puerta principal al recinto amurallado permaneció cerrada a cal y canto en todo momento.

Desde el exterior del recinto no era visible ninguna huella de la operación letal que tuvo lugar hace dos días; desde un alto cercano, Efe no pudo observar en el interior del recinto ningún impacto de bala ni señal del operativo que acabó con la vida de Bin Laden.

Un adolescente de quince años, que se identificó como Tahir y que vive a unos 400 metros de la mansión, dijo a Efe que "en la casa había seis o siete niños de menos de doce años que hablaban entre ellos en pastún y en urdú, pero no jugaban con nosotros".

Mientras los informadores visitaban las inmediaciones del complejo, en otra área urbana se producía la primera manifestación que se registra en Abbottabad en protesta por la operación militar estadounidense que acabó con la vida del líder de Al Qaeda.

Convocada por el presidente de la asociación local de abogados, Tahir Faraz Abbasi, la manifestación congregó a decenas de personas.

"Condenamos el terrorismo pero también condenamos la acción de Estados Unidos con las palabras más duras", dijo en declaraciones posteriores a Efe Abbasi, que subrayó que "han destruido la paz de nuestra ciudad y además han violado nuestra soberanía".

El líder de la protesta quiso dejar claro que los manifestantes no defendían a Osama Bin Laden, sino que querían expresar de manera firme su oposición frontal a los gobiernos de EEUU y Pakistán, "por su doble juego, y matar así a un terrorista".

Abassi no dejo pasar la ocasión para expresar su incredulidad ante el hecho de que el líder de Al Qaeda viviera realmente en Abbottabad, una ciudad "tranquila y agradable" no lejos de algunos de los centros turísticos de montaña de este país surasiático.

"Dicen que Bin Laden vivió aquí en los últimos cinco años pero nadie le ha visto" apuntó Faraz Abbasi, que mostró sus reservas por la circunstancia de que todavía no se haya querido mostrar el interior del complejo donde vivía el hombre más buscado del mundo.