El líder libio, Muamar el Gadafi, subrayó que su pueblo debe "aplastar" el complot que se ha montado en su contra, y señaló que si decidiera utilizar la fuerza -algo que no piensa hacer- le bastaría un solo día para controlar la totalidad del país.

"Hay un complot contra el pueblo libio, sea imperialista, venga de Al Qaeda o bien del interior", señaló Gadafi en una entrevista publicada hoy por el diario francés 'Le Figaro', antes de afirmar que "el pueblo libio debe aplastarlo".

Aseguró que con la capital de los rebeldes, Bengasi, su objetivo es "liberar a la población de las bandas armadas", y advirtió de que "es muy posible" que esas fuerzas maten a civiles y acusen de esas muertes al ejército.

Preguntado sobre cuánto tiempo se da para controlar el país, respondió: "Si utilizáramos la fuerza, nos bastaría con un solo día. Pero nuestro objetivo es desmantelar progresivamente esos grupos armados recurriendo a diferentes medios como rodear ciudades o el envío de mediadores".

Avanzó que "es bastante posible" que los miembros del Consejo Nacional de Transición que se constituyó en Bengasi huyan a Egipto, y aseguró que perdonará a los antiguos ministros suyos o diplomáticos que se integraron en esa estructura porque lo hicieron como "rehenes".

En cualquier caso, negó la posibilidad de negociar con los rebeldes, con el argumento de que "Al Qaeda no dialoga con nadie. Si el mundo quiere hablar con Al Qaeda, que dialogue con (Osama) Ben Laden".

Gadafi insistió en que "no hay oponentes en Libia" sino sólo "grupos armados" porque si el pueblo no está contento, puede manifestar sus demandas en los comités que existen: "Puesto que es el pueblo mismo el que se gobierna, no hay problema".

Por esa misma razón, descartó las reformas: "No hay razón de que el acontecimiento accidental que afrontamos lleve a un cambio porque, según el funcionamiento de Libia, el poder está en manos del pueblo".

Y a la cuestión de si podría retirarse del poder, como ocurrió con los presidentes de Túnez o Egipto, señaló, entre risas, que él es sólo "el guía de la revolución libia" y que como tal no puede "trabajar contra la voluntad del pueblo".

"En Túnez y en Egipto, los pueblos estaban contra sus gobiernos. En Libia, por el contrario, el pueblo está conmigo", concluyó.

Gadafi reiteró las acusaciones de que financió la campaña electoral del presidente francés, Nicolas Sarkozy, que en los últimos días se ha destacado por proponer a la comunidad internacional acciones militares contra el régimen libio para evitar que aplaste al Consejo Nacional de Transición, al que ha reconocido como interlocutor.

Pero 'Le Figaro' indicó que el líder libio no le aportó ninguna prueba. El Elíseo comentó que "Gadafi quiere orientar el debate hacia la política interior francesa mientras perpetúa masacres con su población".