Un paquete sospechoso de contener material explosivo fue desactivado hoy en la Cancillería alemana, sede oficial de la jefa de Gobierno, Angela Merkel, según confirmó el Ejecutivo federal. Por su parte, la Cancillería resaltó que ningún funcionario resultó herido.

El paquete fue desactivado sobre las 13 horas (11.00 GMT) en la oficina postal de la Cancillería por expertos artificieros de las fuerzas de seguridad alemanas, que han procedido a analizar su contenido.

"En los controles ordinarios de los envíos postales fue detectado un paquete de características sospechosas. El paquete contenía posiblemente material explosivo", aseguró en un comunicado Steffen Seibert, portavoz de la Cancillería germana.

El paquete contenía un sospechoso "polvo negro" y había sido entregado esta misma mañana por la empresa de mensajería UPS en la oficina postal de la Cancillería, un pequeño edificio anexo a las oficinas de la jefa de Gobierno alemán.

Los expertos en explosivos de las fuerzas de seguridad mojaron el presunto paquete bomba para inutilizar su carga explosiva antes de abrirlo.

En el remite del paquete aparecía citado el Ministerio de Economía de Grecia, un extremo cuya autenticidad no se ha comprobado, según la cadena de televisión pública ARD.

Fuentes de la lucha antiterrorista alemana recogidas por distintos diarios aseguraron que por la cantidad de material presuntamente explosivo en el paquete se podría deducir que el envío era una "advertencia" más que de un intento serio de atentar y causar graves daños contra la Cancillería alemana.

Además, apuntaron que la pequeña detonación habría provocado con bastante probabilidad un fuego en el edificio y heridas al funcionario encargado de abrir el paquete.

"Se está procediendo con las investigaciones pertinentes. La Policía está llevando a cabo las pesquisas necesarias", añadió Seibert.

En el momento de la identificación del supuesto paquete bomba, la canciller alemana no se encontraba en su oficina de Berlín, ya que está de viaje oficial en Bélgica.

Este paquete sospechoso se detectó cuatro días después de que otras dos cartas con material explosivo se interviniesen en sendos vuelos de empresas de mensajería rumbo a Estados Unidos y en medio de una campaña de paquetes bomba contra varias embajadas de Atenas.