Al menos 60 integristas han muerto en un combate que aún continúa entre los talibanes afganos y el grupo armado liderado por el ex comandante muyahidín Gulbudín Hekmatyar, informó hoy a Efe una fuente policial.

El jefe de la Policía de la provincia norteña de Baghlan, donde tienen lugar los enfrentamientos, Kabir Andarabi, aseguró por teléfono que 35 de los fallecidos pertenecen a la organización de Hekmatyar, el Hizb-e-Islami, y los otros 25 a la milicia talibán.

Los combates se iniciaron ayer en el distrito de Markazi y aún continúan, según el agente.

Andarabi, que dijo haber obtenido esta información de los servicios de inteligencia, explicó que las fuerzas de seguridad afganas están desplegadas alrededor de la zona pero aún no han recibido una orden del Gobierno para intervenir en el enfrentamiento.

Hizb-e-Islami, que actúa sobre todo en el noreste afgano, donde tiene sus principales áreas de influencia, ha protagonizado durante los últimos años combates con las tropas extranjeras y afganas y luchas por mantener el control sobre su territorio de actuación.

Los combates entre los hombres de Hekmatyar y la insurgencia talibán son inusuales desde la invasión estadounidense de 2001.

En febrero, las autoridades de la provincia norteña de Nuristán anunciaron haber llegado a un pacto, según el plan de reconciliación nacional, para transferir la seguridad de uno de sus distritos a Hezb-e-Islami.

En sus discursos, el presidente afgano, Hamid Karzai, ha insistido en ofrecer una vía de diálogo al movimiento talibán afgano y a la organización dirigida por Hekmatyar.

Durante la invasión soviética, que se inició en 1979 y duró casi una década, los servicios secretos paquistaníes suministraron armamento y apoyo logístico a Hekmatyar y a sus hombres, con la cooperación financiera de la CIA.