El líder cubano Fidel Castro y la televisión estatal salieron ayer al paso de las críticas internacionales y de la oposición por las supuestas torturas y la muerte del prisionero político Orlando Zapata Tamayo, fallecido la semana pasada al cabo de una huelga de hambre de 85 días.

"En nuestro país jamás se torturó a nadie, jamás se ordenó el asesinato de un adversario, jamás se mintió al pueblo", aseguró el ex presidente Castro, primer secretario del gobernante Partido Comunista, en una nueva entrega de sus "Reflexiones", difundida por medios oficiales.

Castro también defendió al presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, acusado por la prensa internacional de no darse por enterado, en su reciente visita a La Habana, de la muerte de Zapata.

Por su parte, la televisión cubana emitió el lunes por la noche un extenso reportaje en el que se acusa a "la contrarrevolución" de una "campaña de difamación" para ocultar las atenciones médicas que, según el castrismo, recibió Zapata antes de morir.

El informe insiste en que el disidente, preso desde 2003, fue atendido "con todo el rigor médico". La televisión estatal incluyó entrevistas con médicos y especialistas que detallaron las reacciones del cuerpo humano tras un ayuno prolongado. También difundió imágenes en las que aparece la madre del fallecido, Reyna Tamayo; vídeos de sus visitas a hospitales donde estuvo internado su hijo y entrevistas que mantuvo con autoridades policiales.

El reportaje afirma que "las palabras de la madre de Orlando Zapata acerca de la esmerada atención que estaba recibiendo su hijo nunca fueron divulgadas. Esa verdad no convenía a la campaña de difamación contra Cuba".

Huelga de hambre

Mientras, el periodista opositor Guillermo Fariñas, de 48 años, en huelga de hambre desde hace seis días, afirmó que mantendrá su protesta para exigir la libertad de los presos políticos y pidió a varios opositores encarcelados que cesen en sus ayunos, tarea que consideró que corresponde a los disidentes que no están encarcelados. Dos de los presos que iniciaron un ayuno tras la muerte de Zapata lo abandonaron ayer.